sábado, 27 de julio de 2013

Homenaje a una gran bailarina Su despedida oficial será dentro de cuatro meses, pero sus compañeros la homenajean mañana en N/D Ateneo. "Silvina Perillo". Por Laura Falcoff.

Para quienes la seguimos y admiramos -y quién podría no admirarla- no es una buena noticia que Silvina Perillo, extraordinaria primera bailarina del Teatro Colón, haya decidido concluir su carrera en el cuerpo estable al que pertenece desde hace poco más de veinte años. Su retiro oficial del Ballet del Colón será dentro de cuatro meses cuando interprete a Kitri en el ballet Don Quijote. Pero anticipándose a esta despedida sus compañeros le han organizado un homenaje este próximo domingo. La iniciativa y la producción son de Federico Fernández, joven primer bailarín del Colón que reunió para esta función a casi la totalidad de las primeras figuras.
El programa incluye el pas de deux de Cascanueces (Luciana Barrirero y Gerardo Wyss); Espartaco (Gabriela Alberti y Vagram Ambartsoumian); La esclava y el mercader (Natalia Pelayo y Edgardo Trabalón); La bella durmiente (Luana Brunetti y Federico Fernández); Carmen (Karina Olmedo y Nahuel Prozzi); A Buenos Aires(Maricel De Mitri y Alejandro Parente) y finalmente la propia Silvina Perillo en una versión coreográfica de la milonga que hizo célebre Tita Merello, Se dice de mí.
Cuando Silvina Perillo era una niñita de cuatro años le dijo a su mamá: “quiero bailar como la chica de la televisión”. La chica era Maia Plissetskaia, modelo de la prima ballerina assoluta: “Mi mamá fue al Instituto del Colón y habló con un señor de la portería. En ese momento Vasil Tupin bajaba las escaleras; ‘este es uno de los dos mejores maestros que podrá encontrar’, dijo el portero. Yo era todavía muy pequeña, así que comencé tres años después en la escuela de Tupin y Mercedes Serrano. Ellos fueron mis únicos maestros durante dieciséis años. En 1989 entré al Ballet del Colón”.
Extraordinaria bailarina, poseedora de una técnica fantástica y una notable ductilidad como intérprete, Perillo tiene un gran reconocimiento por sus maestros. Decía en una entrevista de 2007: “Me dieron todo. Logré con Tupin una base muy sólida y cuando hago hoy pas de deux muy difíciles, que exigen mucha resistencia, pienso: ‘gracias maestro por haberme dado esta base’.” Magistral en los roles del repertorio clásico y académico, también ha brillado en papeles de carácter como la Madama de Manon de Kenneth McMillan o en la Carmen de la obra homónima de Mauricio Wainrot estrenada en 2012. Y yendo bastante más atrás, fue sorprendente su interpretación del difícil rol de La Elegida en La Consagración de la Primavera que Oscar Araiz montó con el Ballet del Colón en 2000. Recuerda: “Era la primera vez que hacía un rol así pero con alguien como Araiz guiándome en los ensayos pude lograr muchas cosas. Creo que tengo la capacidad de captar al coreógrafo, y además soy obediente, me esfuerzo mucho para tratar de alcanzar lo que me piden. Araiz supo sacar de mí algo que yo no sabía que tenía”.
Multipremiada, Silvina Perillo ha bailado todos los roles importantes y hecho estupendas creaciones en roles nuevos. ¿Efectivamente se retira del Ballet del Colón? “Sí, no hay duda. Pero que deje de bailar, parece más difícil”. Al menos, en eso confiamos. fuente:clarin.com

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