Surgido de Operación Triunfo, para muchos el joven Bisbal iba a ser sólo una cara bonita, con muchas fans en todo el mundo y con fama efímera. Pero se equivocaron, y si hay algo que lo diferencia de los demás talentos surgidos de un programa de televisión, es el esfuerzo, la dedicación y el carisma que tiene este hombre de los rulos pronunciados.
En la primera noche de su despedida de su tour Acústico, el muchacho de Almería fue el Gran David: enamoró, deslumbró, cautivó y se ganó el aplauso de todas y todos. Fue el ladrón de miradas femeninas y gritos en masa. Mientras, desde sus sillas, sus seguidoras llamaban la atención por sus remeras rojas y turquesas junto a vinchas, objetos luminosos y sombreros.
El muchacho de la sonrisa full time, salió a escena con la intro flamenco Almería, la música que refleja sus raíces ante las banderas de su tierra que flameaban a un costado de las de Argentina, Uruguay, Chile y Brasil. A continuación, emocionó con El ruido, esa hermosa balada que alguna vez lo hizo llorar sobre un escenario cuando se separó de la madre de su hija.
Enseguida, sin descanso, inició su serie de homenajes en esta gira que culmina en Buenos Aires, por elección del propio David. “Acústico”, es un viaje por el tiempo, con temas de grandes artistas y los del propio intérprete español. Así, Bisbal comenzó con unas palabras emotivas para María Grever en Te quiero dijiste y luego siguió con varios de sus ya clásicos para cortarse las venas: Lloraré las penas y Esta ausencia. En su versión de En un rincón del alma hizo un tributo a nuestro querido Alberto Cortés, y continuó con Como la primera vez y Doy la vida.
Tampoco faltaron los temas más movidos, reversionados para la ocasión, como 24 horas, Como olvidar, Besos de tu boca y su primer gran hit mundial Ave María. Cautivante, el español agradecía a nuestro país por el apoyo durante toda su carrera. Si hay algo que sus admiradores y los medios destacan siempre sobre su persona es la humildad con la que enfrenta su carrera, lejos de aires de divo. Tiene presencia escénica, jamás se agrandó por la fama que le dio la televisión.
En la fría noche del miércoles 20 de marzo, también tuvieron su homenaje Armando Manzanero en Adoro y Joan Manuel Serrat en Lucía. Dos interpretaciones que hizo a su manera y lograron robarse todos los aplausos de la gente.
Después de su romántico y enamoradizo Dígale -que hizo delirar a la platea-, el tributo lo recibió el mexicano Juan Gabriel con un medley que incluyó Yo no nací para amar y No tengo dinero.
Como chico Pol-ka, Bisbal agradeció a sus amigos de la productora al interpretar Herederos (tema de la novela que tenía como protagonistas a Luciano Castro y Romina Gaetani), generó más íntimos y cálidos momentos con Al andaluz, Quien me iba a decir, Sin mirar atrás y Silencio.
La hora de los bises se inició con un homenaje a Alejandro Sanz en Y si fuera ella y Mi princesa. Pocos minutos después, volvió a saludar a sus amigos de la productora de El Trece antes de cantar Hasta el final, la canción de amor de la nueva tira de Adrián Suar y Natalia Oreiro, Solamente Vos.
El cierre y broche de oro fue con Esclavo de sus besos, uno de sus mayores hits. Así, bailando en las butacas, las damas y sus compañeros, ovacionaron al hombre que dejó atrás Operación Triunfo para demostrar que hay vida -y mucho talento- después de un reality.
Por Claudia Seta @setaclaudia
(Videos exclusivos de C.S.).
ver nota completa en su fuente: http://www.26noticias.com.ar/bisbal-el-gran-david-167992.html
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