Después de imponer como primera regla, apenas aterrizada en la Argentina, que no la miren a los ojos ni la molesten, Madonna siguió con su plan de tranquilidad y pocos flashes. Escondida debajo de un sombrero negro, con gafas de sol y un jogging, la rubia salió ayer pasado el mediodía del Four Seasons rumbo a La Boca. Y revolucionó el barrio más que con la noticia de la despedida del DT Julio César Falcioni.
Por la tarde, escoltada por dos motos de la policía, Madonna visitó un local de Gaboto y Brandsen, y aprovechó para hacer una producción de fotos en el marco de esa escenografía arrabalera. Sus asistentes llegaron con una valija antigua y enorme de vestuario. Un grupo de entre ocho y diez fans la esperaban con sus celulares expectantes para la fotografía.
Antes de cantar en River mañana (repite el sábado y el 22 se presenta en el estadio Kempes de Córdoba), la diva podría tener entre sus compromisos ver el partido de Roger Federer y Del Potro en Tigre, además de visitar a la presidenta Cristina Fernández. Todo depende del humor de Madonna, quien imprevisible, en su gira mundial con el MDNA tour, por ejemplo, en varias oportunidades empezó su recital dos o tres horas después de lo estipulado.
La estadía de Madonna en el país parece desarrollarse hasta el momento sin estridencias. Toda la energía está reservada para sus tres shows, que prometen toda la adrenalina junta. fuente:clarin.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario