miércoles, 12 de diciembre de 2012

TEATRO Sainete cordobés En la Docta, el elenco de la Comedia Cordobesa se luce en una nueva adaptación.


Jorge Luis Montiel
especial para clarínSi algo caracteriza a la programación del Teatro Real de Córdoba es el no restringirse a los límites de su bello, enorme escenario, ubicado en pleno centro, y con una infraestructura técnica totalmente equipada. Desde hace años, plazas o cárceles, escuelas o centros vecinales, tanto de la ciudad o sus suburbios fueron aprovechados para crear ámbitos donde ofrecer obras. En su gran mayoría, adaptaciones de clásicos argentinos o iberoamericanos.
De modo que presenciar una representación en el patio de una vieja casona, a cielo abierto, que sufrió diversos destinos gubernamentales, hasta convertirse en un flamante Museo, resulta apenas un nuevo desafío. Incluso si, brevemente, se corta la luz en algunos de estos espacios no convencionales. Eso sucedió el fin de semana, durante la función de El conventillo de la Paloma , de Alberto Vacarezza (1886-1959), en el Museo de las Mujeres (Rivera Indarte 55, viernes y sábados, a las 21 hs.) Dotado de mucho talento y oficio, el numeroso elenco de la Comedia Cordobesa superó el reto con ingenio y picardía para regocijo de un público participativo.
Se entiende. La trama de esta flamante reposición, un clásico del sainete criollo estrenado en 1929, alude a los avatares de una seductora muchacha que se muda a un conventillo, huyendo de las garras de un malevo, pero que en vez de alivio encuentra la codicia de los hombres que lo habitan, incluso la de los casados, lo que provoca la feroz envidia de sus celosas esposas.
Es el único título que sobrevivió hasta nuestros días gracias a virtudes propias: refleja las costumbres de la vida en los inquilinatos, y agrega elementos humorísticos a un conflicto sentimental.
La versión y puesta del también actor Lito Fernández Mateu opta por una lectura didáctica y saca partido de la sucesión de puertas, ventanas y columnas del recinto original. Cuenta con notables intérpretes: desde la autoridad vocal e intenso compromiso de Silvia Pastorino (Paloma), Pablo Tolosa (el guapo “Villa Crespo”) y Gonzalo Tolosa (el malevo “Paseo de Julio”), pasando por el carisma irresistible de Oscar Mercado y Edmeé Arán (el matrimonio gallego), hasta las hilarantes composiciones de Giovanni Quiroga (Seriola) y Adrián Azaceta (Conejo). Si anda por La Docta, no se lo pierda. Vale la pena. fuente;clarin.com

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