domingo, 11 de diciembre de 2016

NOVEDADES DISCOGRÁFICAS Chillan las Bestias conjuga blues, jazz y tango en su segundo disco El combo argentino-uruguayo regresó con su mixtura de blues, jazz, y tango con su poesía mágica, cruda y visceral en un gran segundo disco, mientras lo mejor del brit-pop se escucha en el nuevo álbum de los locales Místicos.

CHILLAN LAS BESTIAS-“CHILLAN LAS BESTIAS II”
Segundo disco de este combo mitad uruguayo-mitad argentino que hace una mixtura de canción estilo blues, tango, jazz y foklore rioplatense en un tono bien oscuro, adaptando las atmosferas de Tom Waits al Rio de la Plata y con una lograda poesía.

La banda había sorprendido gratamente con su primer disco, lanzado en 2014 y ahora los ex integrantes del grupo porteño Angela Tullida más Pedro Dalton, ex vocalista del combo uruguayo Buenos Muchachos, abren aún más la paleta de colores y crecen con grandes canciones.

Chillan las Bestias conformó junto a sus colegas de Los Espíritus, un tándem de cultores de estilos musicales como el blues acústico, el jazz, el tango y otros estilos abordados desde el rock con una estilo muy personal y que los convirtió en dos delas bandas más interesantes de la escena.

“El As” es la primera canción del disco que tiene un formato de blues acústico con una percusión latina, oscuros arreglos de violín y la voz aguardentosa de Dalton poniéndole poesía a una noche arrabalera, de sotretas y maestros cuchilleros.
“Ruedan por San Telmo” es más rockera, más allá de que Dalton le mete puro tango en la letra, mientras la guitarra se pone cruda y el violín de Marcos Camisani ensombrece y embellece la canción.

En “Mecha corta” la guitarra de Marcelo Chiachiare y el piano de Franco Varise arman el siniestro clima nocturno para la lirica de los años 30 y 40 de Dalton, mientras que Pablo Ferrajuolo en el bajo y José Navarro en batería sostienen todo con un sonido bien vintage porque además los Chillan las Bestias pueden traer el jazz de principios del Siglo XX, que se escuchaba en los cabarets oscuros de Atlanta, Nueva Orleans y Chicago, en plena prohibición contra el alcohol.

“Jinete sin cabeza” tiene un formato acústico de balada folk acompañada por el violín y con una letra muy bien lograda que recuerda los perdidos momentos solistas de Miguel Abuelo, algún momento de Spinetta en Pescado Rabioso, pero también a los grandes cantautores uruguayos como Mateo y Fernando Cabrera. La segunda mitad de la canción es más poderosa con un gran trabajo del piano y las cuerdas.

Algo de la poesía y la voz de Dalton recuerdan al Palo Pandolfo de “Patrio o Muerte” o de los primeros Visitantes, aunque la puede oscurecer como Waits tal como lo hace en “La Cresta” embellecida por el bajo, las cuerdas en un formato jazzero casi de banda de sonido sombría, siniestra y con una poesía sumamente tanguera, arrabalera que también se mete en terrenos de magia estilo vudú o macumba.

El blues acústico bien arreglado por el violín que toma el rol protagónico que en un grupo rockero tradicional tiene la guitarra vuelve en “La Red”, mientras Dalton en su letra vuelve a construir una fauna en la que se mezclan personajes de submundo, mucha ficción oscura, afroamericana, tanguera, blusera.

“Paz para la jaula” es un blues más tradicional pero siempre cuidado con el violín tomando un rol protagónico junto al piano, mientras que en la segunda mitad, la guitarra mete un interesante punteo. “Gasa para el alma” desde lo musical cambia el clima por aire más fresco y juguetón, aunque la letra transita por caminas más existencialistas.

El disco del Mono, por el chimpance que aparece dibujado en su tapa, culmina con una canción a lo Tom Waits con recitado inicial de Dalton en “Water de la Blanqueada” con una letra hiper tanguera, canyengue que vuelve a situar al escucha en una película blanco y negro, de escenas psicóticas, de aquellos primeros filmes de Jim Jarmush.

MISTICOS - “GANANDO ESPACIO"

Segundo disco de esta banda emergente que se caracteriza por practicar un rock bien a la británica, con claras influencias de los primeros Stones, de los Kinks, Jam, Faces, Oasis, 

La banda esta integrada por Kike Passo en voz y guitarra, Vox Galetti en voz y bajo, Martín Caamaño en guitarra, Manuel Caiazza en batería y Tian Firpo en guitarra y coros. Y forma parte de la escudería Geiser.

El disco se abre con “Dicen (aka qué sabes si no probas)” con arreglos de bronces, pero con el sonido de las guitarras y la base recordando al brit-pop de los 90, la influencia más fuerte de la banda liderada por Kike Passo con un buen cierre de la guitarra a cargo de Martín Caamaño.

“No te mientas más” tiene otro beat, más cercano a los Jam pero siguen una línea con mucho estilo, clase y elegancia británica, con buenos arreglos vocales y una pose provocativa e irreverente de la banda. En la misma línea aparece “Lo mejor” con un riff pegadizo, la banda imprimiéndole velocidad a la canción, con la voz puesta bien en el estilo británico que inaugurara Ian Brown, de los Stones Roses.

“Promesas” tiene una cadencia más lenta, una balada bien rockeada, con un buen trabajo de las guitarras en las melodías y en los solos. “Dueñas” tiene un arranque acústico pero el formato es un medio tempo con la voz gastada, luego de una madrugada química y ardiente.

En “Torbellino” la banda toma la línea a mitad de camino de los Stones y los New York Dolls a toda velocidad con una canción provocativa, ardiente. “De vos” sigue la línea Stoniana con las guitarras chirriantes riffeando, y la base bien al frente sosteniendo las voces.

En “Lo que vivimos” los Místicos cantan en actitud bien a lo Carl Barat o a lo Pete Doherty, porque los Libertines también están presentes en el ADN de esta muy buena banda argentina, mientras que el cierre es con “Sobre el Sol” que abre lenta con un punteo interesante, un trabajo destacado de la base, otra vez la voz en tono de alguien que lleva tres días sin dormir, mientras las guitarras van armando una melodía encantadora, que te va atrapando para una balada bien rockera y bien .británica. ver nota completa en su fuente: telam.com.ar


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