viernes, 29 de noviembre de 2013

"Ariel Ardit": el tango dorado con la mirada de hoy El cantor Ariel Ardit, figura taquillera y a la vez prestigiosa del tango contemporáneo, editó un nuevo álbum, "Yo lo canto hoy", que busca "hacer sonar a viejo temas de este tiempo e interpretar composiciones viejas que, por poco transitadas, suenen a nuevo".

En ese difícil equilibrio, del que Ardit, una vez más, emerge victorioso, se consolida -asegura el cantor- una "tradición y un modelo estético", el de la Orquesta Típica, "desconocida para parte del público actual". 

Ese recorrido desembocará en el concierto presentación del disco, el sábado desde las 21 en el Teatro Coliseo (Marcelo T. de Alvear 1125), un escenario que -por número de butacas- resulta ambicioso para el circuito porteño del tango. 

Ardit, de 39 años, presenta el disco como "una declaración de vigencia y actualidad del tango", y explica que se reconoce como "un cantor que mira a los años `40 pero, al cabo, está anclado en este tiempo".

"He tenido acaso el mejor elogio del tanguero de paladar negro, ortodoxo, y que es que digan que canto como un cantor de los `40; pero si bien soy un cantor tradicional, me paro en el momento en que me toca vivir", explicó en diálogo con Télam.

"Yo lo canto hoy" incluye 19 obras y, de ellas, cinco pertenecen a autores de este tiempo: "Yo lo canto hoy" (Adriana Oviedo/Adrián Oberti); "Es la vida" (Luciano Tobaldi); "La mendiga" y "El cantor" (Javier Sánchez) y "Abasto" (Alicia Crest/Jorge Giuliano); estos dos últimos desde hace tiempo aceptados por el público que sigue a Ardit.

"Trato de evitar el repertorio más convencional o trillado porque hay clásicos que prefiero escuchar por otros cantores y no veo que haga un aporte si me meto a decir algo", expresó el cantor al explicar las elecciones de su repertorio.

"Me seduce mucho -agregó- interpretar alguna obra que no tenga muchas versiones. Que tenga más tela para dejar mi impronta. Por ejemplo, el disco incluye `No aflojés", que tiene una sola versión conocida, la de Angel Vargas. Son temas viejos pero que para buena parte del público, sin embargo, son nuevos".

- Tu disco previo, "A los cantores" (2010), tuvo una enorme repercusión en el propio circuito del tango, ¿Cambió tu modo de encarar el nuevo material la certeza de que el nuevo disco era muy esperado por el público y los colegas?
- Jamás pienso en los colegas ni el los críticos a la hora de armar un disco; pero es verdad que el el disco anterior recibió muchos elogios y, cuando pasa algo así, no queres ser menos de lo que ya hiciste y ase asume el trabajo con mucha responsabilidad.
Ahora incluso voy por otro desafío que es el de preparar un álbum dedicado a Aníbal Troilo compositor (el año próximo cumpliría 100 años), que se trata justamente de un autor que se caracterizó por su trabajo con los cantores y por la estética que aportó.

- Apostás a un formato de Orquesta Típica que carectetizó la época de oro pero que hoy no representa el esquema más arraigado, ¿Por qué esa elección?.
- La Orquesta Típica es un modelo estético a seguir. Siempre me gusta más, cuando escucho varias versiones de un tango, la versión que está hecha con la orquesta.
Se trata del formato del tango que logró mayor masividad, del que representa su momento de mayor brillo.
Es muy difícil mantener su estructura, su logística. Por eso el único combustible que la sostiene es la aceptación del público y eso es valioso porque buena parte del público sólo escuchó una Orquesta Típica en los discos. Es la tradición que quiero recuperar. fuente:telam.com.ar

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