“La obra refleja nuestro amor por el cine de Fellini, su música y su relación con la mujer, la que ocupaba un lugar predominante en su mundo”, dice la directora del espectáculoLas Mujeres de Fellini, Valentina Ambrosio. Una obra que a través de la música recorre el mundo femenino del cineasta italiano Federico Fellini, un cultor de la mujer y de los estereotipos que van de la matrona a la puta.
Las mujeres de Fellini cuenta con un elenco integrado por las cantantes y actrices Patricia Browne, María Rojí, Iara Lublinsky, María Susana Ceva, Georgina Frère, Andrea Cantoni, Romina Groppo y Natalia Cociuffo. El vehículo de la relación son canciones que atraviesan parte de su filmografía, escritas por Nino Rota (1911-1979) -compositor de las bandas sonoras de La Strada, La dolce vita, Ocho y medio,Amarcord y Boccaccio 70- y, por Nicola Piovani (1946), compositor de La entrevista.
“El espectáculo muestra mujeres fuertes; ésa es la idea central de la obra. El mundo femenino de Fellini era fuerte, con una estética muy definida, sean las clásicas matronas o mujeres interesadas en el dinero, como él las reflejó en sus películas”, agrega Ambrosio, mientras sigue de cerca el desarrollo del ensayo.
Ambrosio sugiere pequeñas indicaciones al elenco que, por cierto, en esta tercera puesta (las anteriores fueron en el teatro Apolo y en el 25 de mayo) tiene dos flamantes integrantes, Groppo y Cociuffo, cantantes que se lucen a la hora de sus interpretaciones. El clima del ensayo, en el escenario del IFT, tiene un ritmo sostenido, imprescindible para una obra que supone un collage de estampas femeninas emparentadas por situaciones que van desde la tragicomedia a lo humorístico. Un puñado de canciones, entre las que se destacan El tiempo pasa (del film 8 y medio), 8 y medio, Mi melancolía (Amarcord), La Dolce Vita, Gelsomina (La Strada), El Jeque blanco, Gabiria, La Strada, Bebamos más leche (Boccaccio’70) y Tarantela(Intervista). El elenco trabaja con una relajada atención, en la que no faltan las notas de humor ni las marcaciones entre ellas.
Cantantes y sillas desarrollan una relación íntima y permanente que por momentos tienen como invitada a la imagen sobre una pantalla. En diferentes momentos las imágenes colaboran en este camino a través de la filmografía de genial director. Hay enLas mujeres de Fellini una elección estética, un marcado lineamiento hacia la sobreactuación y el humor sarcástico.
El grupo tiene una interesante relación con el espacio. Se mueven en una coreografía contenida pero que llena el escenario. Ocho voces que logran juegos corales como enBebamos más leche o a través de diferentes relaciones cantadas. El canto es el protagonista de este espectáculo y las voces dejan en evidencia una pensada mixtura interpretativa. En efecto, cada una de las intérpretes tiene su propio color vocal, que va desde el tango pasando por el canto melódico hasta el musical. Un tributo a la mujer asociado a la maravillosa obra fílmica de Fellini. fuente:clarin.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario