miércoles, 19 de junio de 2013

Lennon, el neoyorquino El fotógrafo y amigo del ex Beatle, le rinde homenaje con una muestra en Buenos Aires.

Los años de John Lennon en los Estados Unidos fueron del caos al renacimiento, para finalmente pasar a otro plano trágicamente. En aquel tiempo, el fotógrafo neoyorquino Bob Gruen, además de ser su vecino en el bohemio barrio Greenwich Village, se convirtió en su fotógrafo personal y compañero de noches de locura y creación. Desde hoy, en el Festival Ciudad Emergente, presenta la muestra de su libro John Lennon: sus años en Nueva York (1971-1980), para revivir aquellos días.
¿Cómo era ser amigo de Lennon?

Muy divertido, siempre estaba haciendo chistes, pero era muy perceptivo, en contacto la realidad que lo rodeaba a un nivel muy claro. Eso me permitía estar aprendiendo cosas de él todo el tiempo.
¿Y su relación con Yoko Ono?

Muy buena, muy cercana. La admiraba y respetaba mucho, le gustaba la influencia que ella ejercía sobre él. Siempre digo que Yoko es el tipo de mujer con la que John Lennon se casaría. El tenía sus alternativas, podría haber elegido cualquier mujer sobre el planeta, y elegía a Yoko por muy buenos motivos: es una mujer brillante. Hubo un tiempo en el que John tomaba mucho, y Yoko le dijo que si lo que él quería era estar todo el día borracho podía irse con los muchachos, que ella quería trabajar y estar clara. Se separaron.
Una de las imágenes en las que se puede ver a John más feliz, es cuando está con su hijo Sean.

Su nacimiento realmente lo terminó de transformar. Apenas llegó a Nueva York todas las noches eran una locura de drogas y alcohol, esto llegó al tope cuando se separó de Yoko y se mudó a Los Angeles. Al volver, comenzó su crecimiento. Decidió emprender una vida más saludable, volvió con Yoko y nació Sean. Entendió el verdadero valor del amor por la familia. En ese tiempo creció y se convirtió en un adulto. Hasta entonces había sido un niño, un adolescente. A los 40 ya era otra persona y pensaba en su familia, en sus hijos, su salud. Las fotos eran para el primer mes de Sean, cuando le cambia los pañales, le da la mamadera. Fue el día que más feliz lo vi.
En ese tiempo, su relación con el gobierno de Nixon no era buena...

No, querían deportarlo por hablar de paz en tiempos de guerra. No debería ser un crimen, pero el Gobierno pensaba que se iba a convertir en un líder pacifista.
Luego vendría la anécdota de la conferencia de prensa de John y Yoko para presentar Nutopía…
Era el Día de los Inocentes, y frente a los intentos por deportarlos declararon la existencia de Nutopía, un país sin fronteras, ni tierra, ni pasaporte. Y pidieron inmunidad diplomática como embajadores de esa nación.

Una especial relación con el arte.

John no quería decirle a la gente lo que tenía que hacer, pero era muy bueno al expresar los sentimientos comunes de todos nosotros. Al mundo de hoy le vendría bien un John Lennon, que trajera sus colores y su inteligencia. fuente:clarin.com 

Por Pedro Irigoyen

No hay comentarios:

Publicar un comentario