lunes, 3 de junio de 2013

CATARATAS Elena Roger y 700 chicos cerraron el festival "Iguazú en concierto" El gran cierre del festival "Iguazú en concierto" iluminó la tarde, con la presencia de Elena Roger y 700 músicos, quienes recorrieron un repertorio generoso en canciones populares, con las Cataratas del Iguazú como telón de fondo.

Estaba previsto para ayer, pero la tormenta obligó a suspenderlo.

La despedida del Festival Internacional de Orquestas infantojuveniles fue respetuosa de las diferentes voces y geografías de procedencia de los artistas.

Las arpas paraguayas convivieron durante más de dos horas con las gaitas nórdicas y los violines en un repertorio ecléctico, con predominio de varias canciones de las comedias musicales.

Las imágenes de algunos filmes y piezas teatrales podían adivinarse en la imaginación de la platea que ovacionó los acordes de "Cabaret", o se emocionó con el ritmo melancólico de "El violinista sobre el tejado", aunque no faltaron aplausos para "la Cumparsita".

El gobernador de la provincia de Misiones Maurice Closs y la bailarina Eleonora Cassano fueron espectadores entusiastas durante la jornada al aire libre.

"Poner en acciones concretas el concepto de multiculturalidad es una realidad del encuentro"
Andrea Merenzon, directora del Festival
 Elena Roger interpretó canciones de obras musicales que ya entonó en los escenarios del mundo, dotándolas de matices expresivos actorales capaces de convocar el recuerdo vivo de ciertas emblemáticas mujeres en el arte de hacer historia.

Así pudo disfrutarse del "Himno al amor" de Edith Piaff, la mítica cantante francesa a quien Roger encarnó en teatro, para lograr luego que la emoción ganara el predio al desgranar "No llores por mí Argentina", el tema que cantó a diario mientras encarnaba a Evita junto a Ricky Martin en Brodway.

Las estrofas de "Mi bella dama" y la potencia de "The Wall" de Pink Floyd conmovieron la tarde soleada y calurosa para poner en evidencia siete días de intenso trabajo -el Festival comenzó el lunes 27 de mayo- cuya dimensión excede el plano artístico o académico.

"Pampa de los guanacos" fue el bis compartido por Roger y los jóvenes músicos para deleite de un público numeroso y entusiasta, que se comprometió con el espectáculo durante más de dos horas de duración.

Más allá de las clases a cargo de los profesores del Teatro Colón que los chicos aprovecharon, "poner en acciones concretas el concepto de multiculturalidad es una realidad del encuentro", señaló a Télam Andrea Merenzon, directora artística del Festival, quien durante el show final dirigió a distintas formaciones musicales.

La camaradería, los picados de fútbol antes o después de los ensayos, las comidas y los dormitorios compartidos con alegría por chicos y jóvenes de los cinco continentes conforman una parte vital del encuentro, aunque esta realidad no suba a escena.

"No hay estigmatizaciones, el Festival permite que convivan pibes que vienen de historias de pobreza y orfandad, junto a chicos de clase acomodada, sin distinción. Pone de manifiesto los valores que intentamos transmitirles con la música", señala Miguel Brizuela, responsable musical de la orquesta Juvenil de Grillos y Cemu (Misiones) anfitriona de esta semana musical.

La importante convocatoria, cuyas conciertos gratuitos muchas veces realizados al aire libre -que permiten a las familias disfrutar mate en mano-, además del incremento del turismo registrado durante las cuatro ediciones del Festival son beneficios que conlleva el encuentro.

De todos modos, la fiesta de colores, idiomas y costumbres que transmiten los 700 músicos hacen pensar que la integración de los distintos sectores sociales a través del arte es un sueño bien posible. fuente:telam.com.ar

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