jueves, 23 de mayo de 2013

FESTIVAL DE CINE Cannes, una infraestructura de 20.000.000 de euros para diez días Hace 66 años, Cannes es sede del festival y mercado de cine más importante del mundo, un ámbito que es solamente para invitados especiales, periodistas, programadores de otros festivales y gente que se mueve en el negocio del cine, ya que el público no tiene acceso.

El festival cuesta aproximadamente unos 20.000.000 de euros, de los cuales la mitad los pone el Estado francés y el resto el municipio local y entidades diversas, además, claro está, de auspiciantes.

Cada día antes de las funciones, grupos de personas piden con carteles manuscritos por los tickets de invitación, que son los que manejan productores que tienen asignados un número de asientos para acompañar las proyecciones y que, de no ser utilizados, generan un puntaje negativo para próximas entregas, por lo que muchas veces reparten entradas a esos cinéfilos de a pie.

El festival se realiza principalmente en el Palais, ubicado entre la playa y La Croisertte que surca la costanera, consta de tres bloques principales, ubicados junto al casino local y el puerto, con dos grandes salas, la Lumiere y la Debussy, además de otras más pequeñas en niveles superiores, como la Buñuel y la Bazin.

En los subsuelos se realiza el Marche du Film, apartado que también se despliega en unas carpas ubicadas frente al mar, el Village Internacional.

Cannes tiene una población permanente de unos 70.000 habitantes, cuenta con su policía municipal y una sede de la nacional, pero el festival eleva el flujo de gente a 200.000 personas o más, por lo que la policía nacional que recibe un refuerzo desde París de unos 700 efectivos.

La seguridad del festival es inmensa igual que los controles de los bolsos de los acreditados, que motiva que en cada una de las entradas haya seis agentes de ambos sexos y nunca menos de dos en las salidas o conexiones entre los tres bloques del Palais. Los controles de acceso cuentan con lectores de códigos de barras de todas las credenciales.

En los caminos hacia las salas existen controles intermedios que rondan entre 4 y 6 agentes más, a lo que deben sumarse los apostados en el interior de las salas y los que controlan las conexiones entre los tres bloques y los que circulan por los salones que suman un centenar más.

Existen diversos colores de credenciales de la zona prensa, como las amarillas, celeste, rosa, rosa con punto amarillo y blanca, esta última las de mayor privilegio, también las hay de mercado y de técnicos, así como de la seguridad.

La prensa puede acceder a sus casilleros deslizando la tarjeta por un lector de códigos de barras. Para entrar a conferencias y la sala de prensa solo se exhibe la credencial.

En diversos puestos de esta edición de Cannes se instalaron 260 máquinas de café y se estima que una vez finalizado el festival, se habrán entregado en forma gratuita unas 180.000 fichas.

Los días lluviosos impidieron que en los cinco primeros días se vieran los clásicos restaurados programados para este año en una pantalla gigante de la playa. Finalmente ayer se proyectó ”Tiburón”, de Steven Spielberg, en copia nueva especial, que fue disfrutada por un millar de espectadores.

El sábado al anochecer se proyectará en la Sala Debussy, dentro de la sección dedicada a clásicos, “A pleno sol”, de René Clement en copia restaurada, y con la presencia de su estrella central, Alain Delon.

La prostitución mueve aquí a unas 700 chicas de diversos orígenes que circulan por las calles y trabajan en los principales hoteles de La Croisette. Los precios por los servicios sexuales arrancan en los 800 euros y puede que no exista un límite claro, pero el valor máximo se eleva a varios miles.

Es seguro que en ninguna otra ciudad del mundo se vista el tuxedo, o smoking, como aquí, ya que las fiestas y las galas lo exigen como condición. Una treintena de comercios venden esos atuendos a precios que oscilan entre los 200 y los 3000 dólares. fuente:telam.com.ar

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