viernes, 4 de enero de 2013

"Bruno Mars": volver al futuro El autor de "Just the way you are" editó su segundo disco, en el que refuerza su habilidad para crear pop ganchero y vintage. A la versatilidad vocal y la fascinación por los 80, le suma una pose más agresiva y sexual.


Por Guillermo dos Santos Coelho 
(Twitter: @g2santoscoelho)


Un segundo disco luego de un éxito arrollador no es fácil. Y Bruno Mars resolvió el problema profundizando el modelo: un linaje clarísimo (la Motown, Prince, Michael Jackson, la new wave de los 80 y siguen las firmas), una moral más ambigua y todo el sexo que pueda cargar en sus espaldas. En Unorthodox jukebox, sus piezas pop siguen tan destellantes como en el debut...aunque generen invariablemente la sensación de ya haber sido escuchadas.
Versátil, juguetón, ganchero y canchero, Mars es un talento precoz que, tras escribir y producir éxitos para otros artistas, la pegó en forma con su primer disco, Doo-Wops & Hooligans (el de los éxitos "Just the way you are" y "Grenade"). En sus canciones, no tiene ninguna intención de sonar moderno. Si lo hace es porque el pop, hoy, anhela, como un Marty McFly en forma de industria, volver a 1985.
De todos modos, que no reinvente la rueda no significa que su trabajo no sea valorable. Junto a los otros dos Smeezingtones, productores del disco, oficia como el amante de coches antiguos que restaura uno (¡Un DeLorean, por ejemplo!) preocupado porque las piezas viejas se vean brillantes y las nuevas pasen desapercibidas en armonía con el conjunto.
El primer corte, "Locked out of heaven", es un pastiche encantador, donde la banda que acompaña a Mars suena como The Police o alguno de sus clones de hace casi 30 años. Decididamente disco en "Treasure", decididamente Jacko en "Moonshine" o Seal en "Money make her smile", Mars muestra una habilidad vocal inusual para sonar bien en cualquier contexto. Incluso en el reggae blando de "Show me" o en la balada más clásicamente Motown del cierre con "If I knew".
Más que nuevas ideas, en este segundo disco hay un cambio de actitud que lo hace refrescante en comparación con su ultrapasado debut. Mars se quita un poco el traje de yerno ideal y aparece moralmente más ambiguo, carnalmente más sexual.
"Gorilla" es una sorpresa en ese sentido, además de ser el tenue hilo conductor del disco (el animalito anda por la tapa con una rockola y en el sobre interno en una cama en la que descansa una señorita). Con una base R&B viscosa, Mars avisa de entrada que tiene una botella llena de licor y el efecto de la cocaína lo hace sentir "de diez metros de altura". Después, propone hacer el amor como los gorilas.
Quizás este enfoque le reste audiencia, aunque un par de temas después haga control de daños en la despojada balada de arrepentimiento "When I was your man", donde reflexiona ante un amor perdido que debió haberle comprado flores y tomarla de la mano cuando tuvo la oportunidad.
¿Los dos Mars podrán convivir con éxito? "Locked out of heaven" acaba de treparse al primer lugar en el Hot 100 de Billboard... fuente:clarin.com

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