viernes, 14 de diciembre de 2012

Madonna: La fiebre “MDNA”, en River Anoche, la ex chica material dio su primer show de la gira “MDNA” en la Argentina. Comenzó a las 23.20, una hora y veinte más tarde, porque explicó que estaba enferma, con fiebre. De todos modos, cumplió con todos los cambios de vestuario y escenografía, e hizo una versión a voz y piano de “No llores por mí, Argentina”. Mañana vuelve al estadio.


Pasaron siete meses y más de 60 ciudades de varios continentes para que el “MDNA Tour” llegue, finalmente, a la Argentina. La cancha de River está repleta de un público de varias generaciones, que grita de puro ansioso y para liberar tanta adrenalina junta. La fauna abarca desde preadolescentes hasta señores de 50 años y familias repletas. En total, son 50.000 personas.
Los ansiosos que llegaron cuando el sol todavía pegaba, tuvieron su premio, un show extra, el de la prueba de sonido. Mientras la rubia entona Don’t Cry For Me Argentina , arenga para que multipliquen su aliento. “Soy la única reina” (en obvia referencia a Lady Gaga), se escucha de su boca, sin modestia. El sol cae directo a su piel blanquísima, por lo que sus asistentes deciden colocar unas telas que la protejan de los rayos.
Llegan olas de “Madonnistas”. Algunos portan la bandera multicolor que identifica a la comunidad gay. Otros, aburridos de la espera, improvisan una coreografía cuando el telonero Laidback Luke pincha sus discos. Todo es una larga espera hasta que aparezca ella. A las 23.20, unas campanadas comienzan a sonar.
El timbre remite a los cantos gregorianos y a un aura de religiosidad que a Madonna siempre le gustó contrarrestar con su rebeldía de chica mala. Aparece un crucifijo en las pantallas y comienza el show, en el sentido más puro y pragmático del término.
La noche arranca con Girl Gone Wild , una canción dance de su nuevo disco. “¿Qué pasa Buenos Aires, están listos para este show?”, pregunta la diva. “Al segundo tema,Revolver , se viste de una pistolera al mejor estilo de la película Kill Bill . Luego, empieza con el espíritu violento en Gang Bang . Mientras tanto, la pantalla gigante se baña de sangre...
Si hay un imaginario frecuente en muchas películas de Hollywood es el de la chica porrista, con pollera corta y bastón. Madonna lo alimenta en el Monumental conExpress Yourself , el clásico del disco Like a Prayer de finales de los ‘80. Luego es el turno de Open your Heart , esa canción que habla de chicos que conocen a chicas y finaliza con bombos de la banda vasca Kalakan.
Es un momento clave. Ella se detiene y le dice al público: “Gracias a todos por esperarme. Les pido disculpas: estoy enferma y tengo fiebre”. La gente comienza a corearMadonna, Madonna y ella agrega: “Gracias por recordar mi nombre, les pido que canten conmigo, con el corazón”. Se supo: no se siente bien, sin embargo, sigue el show, debe continuar y ella sigue cambiándose cada vestuario como si nada.
Se escucha la sensual Vogue con diseño de alta costura (ver De Londres a...) y luego pasa The Erotic Candy Shop.
Madonna sin polémica no es Madonna y, al igual que sucedió en Italia (ver La polémica...), para Human Nature la Ciccone se pone de espaldas al público, baja el pantalón y deja ver parte de su cola. ¡Delira Nuñez!
De sorpresa en sorpresa, el show viaja a la emotividad, al guiño argentino, sentada frente al piano Madonna desgrana Don´t Cry For Me Argentina , el clásico de la películaEvita (1996) de Alan Parker. Ella deja ver su nuca y muestra un tattoo muy simbólico que dice justamente Eva. “ ¿Qué les parece, me lo dejo o me lo saco?”, pregunta al público, cómplice. Otro de los grandes momentos de la noche. Nadie le pide que se lo saque.
Like a Virgin viene en plan gospel. Con la techno I’m Addicted , la chica de Michigan fue subiendo la temperatura. La recta final con Like a Prayer donde muestra una bandera argentina deja lugar al cierre de oro con Celebration . River es una gran discoteca. fuente:clarin.com

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