viernes, 2 de junio de 2017

CINE Una experiencia en torno a "Las calles" de Puerto Pirámides llega a Buenos Aires La ópera prima de la cordobesa María Aparicio, que se paseó por festivales locales e internacionales y obtuvo premios en el BAFICI, General Pico y Cosquín, implica para su autora "una buena excusa para el encuentro de una comunidad que le permita repasar su propia historia”.

El filme “Las calles”, ópera prima de la cordobesa María Aparicio que se paseó por festivales locales e internacionales y obtuvo premios en el BAFICI, General Pico y Cosquín, implica para su autora "una buena excusa para el encuentro de una comunidad que le permita repasar su propia historia”.
“Los nombres de las calles son una excusa para el encuentro de una comunidad y para repasar su propia historia”, señaló la cineasta Aparicio durante una charla con Télam.

La trama se despliega en un pequeño pueblo de la Patagonia donde Julia, maestra de la única escuela del lugar, desarrolla un proyecto escolar que compromete a sus alumnos a buscar nombres para denominar las calles y para ello entrevistan a los pobladores para conocer sus historias y escuchar sugerencias.

La joven cineasta comentó que “esos nombres escogidos que quizás después de algunos años todos hubieran olvidado, recuerdan a los pueblos originarios, a los antiguos pobladores y a otros personajes relevantes de la historia de la Patagonia”.

Pero el filme, basado en una idea de Aparicio y Natalia Gamarro y guión de la directora y Nicolás Abello, mezcla el documental y la ficción y en él actúan Eva Bianco, Mara Santucho y Gabriel Pérez y participan pobladores y el ilustre historiador, escritor y periodista Osvaldo Bayer.

La cinta, con una mirada contemplativa, revela con los rostros curtidos de los lugareños la crudeza del clima y del trabajo, en un pueblo de muy pocos habitantes, en el que la mayoría de ellos llegaron desde distintos puntos del país.

Télam: ¿Cuál fue la primera motivación para encarar la película?
María Aparicio:
 La motivación inicial estuvo vinculada a una necesidad de filmar que existía desde hace un tiempo. En aquel momento, junto a quienes hicimos la película, estábamos a mitad de la carrera de cine de la Universidad Nacional de Córdoba y veníamos trabajando juntos desde hacía varios años. Esa necesidad encontró un cauce cuando Natalia Gamarro, productora de la película, me contó acerca del proceso del nombramiento de las calles de Puerto Pirámides y del trabajo que Eugenia Eraso junto a sus alumnos habían hecho. Junto a Natalia, y a partir del vínculo que ella tenía con ese lugar, empezamos a pensar en la posibilidad de hacer una película que trabajara esa historia y que retratara de algún modo ese pueblo patagónico al costado del mar.

T: ¿Por qué apeló a las recreaciones en lugar de intentar entrevistar a las personas que fueron abordadas por los alumnos?
MA:
 Porque siempre supimos que queríamos hacer una interpretación de aquel proceso. Trabajar cinematográficamente sobre un acontecimiento real implica siempre una construcción y una elaboración de lo que se filma. A nosotros nos interesaba poder trabajar esa reconstrucción desde un abordaje ficcional, incorporando muchos elementos de lo real y trabajando con algunas de las personas que habían participado de aquel proceso.

T: Además de la historia, en el filme se detiene en los paisajes y en las vivencias de los pobladores ¿Qué le sucede desde lo personal con el lugar?
MA:
 En diciembre de 2013 hicimos un primer viaje junto a algunos de los miembros del equipo a Chubut donde conocimos el pueblo y varios lugares de la península. También en ese viaje conocimos a Eugenia, a los alumnos de la escuela y a muchos de los entrevistados que aparecen en la película. En aquel momento todo ese universo vinculado al mar y a la pesca era desconocido para mí, pero desde siempre me pareció un lugar particular, y representaba también un contexto especial a la historia de las calles.

T: ¿La película se vio en Puerto Pirámides? ¿Cuál fue la recepción de la comunidad?
MA: 
El primer lugar en el que se vio la película fue Puerto Pirámides. Apenas la terminamos hicimos un viaje con el equipo y se organizó una función en el pueblo, especialmente para las personas que habían participado. Ese fue un momento imprescindible en la conclusión del largo proceso que fue hacer la película. En aquel momento era la primera vez que la película se proyectaba ante un público, y realmente teníamos una gran incertidumbre acerca de la respuesta que podíamos llegar a tener. La función fue hermosa y ellos la recibieron con mucha emoción. La película de algún modo se convirtió en una parte de su patrimonio como pueblo y para nosotros compartir ese momento con ellos es algo que no olvidaremos nunca.

T: ¿Y qué pasó con las proyecciones en otros países?
MA:
 Recuerdo especialmente que en la Mostra de San Pablo fue la primera vez que la película se veía fuera de Argentina y no sabíamos realmente cómo podría ser la respuesta allí pero fue muy lindo ver la película subtitulada en portugués y fue sorpresivo que varias personas del público hablaran de democracia, de memoria, del gesto simbólico de los alumnos y de la maestra, y sobre todo del valor político que eso tenía.

T: ¿Qué expectativas tiene de cara al estreno comercial de “Las calles”?
MA:
 Estrenar en Buenos Aires para una película de Córdoba independiente y autogestionada es un acontecimiento que nos entusiasma y que también nos empuja a seguir. Los encuentros con los públicos son siempre importantes para nosotros y disfrutamos mucho de esos intercambios.

T: ¿Está trabajando en algún nuevo proyecto?
MA: 
Estoy trabajando en un nuevo proyecto que por el momento se llama “Sobre las nubes” y que espero poder filmar dentro de poco. Esta vez en Córdoba y con la ciudad como protagonista.


Para leer el cable de la nota acceder a: http://cablera.telam.com.ar/cable/517668/una-experiencia-en-torno-a-las-calles-de-puerto-piramides-llega-a-buenos-aires

fuente: telam.com.ar

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