Iggy Pop lanzo un nuevo disco con el que sorprendió gratamente a todos al ponerse en manos de uno de los músicos más interesantes de la escena rockera actual, Josh Homme, líder de Queens of the Stone Age, que le permitió recuperar la rabia en forma de grandes canciones y momentos musicales notables.
Además de Homme, La Iguana acudió a otros dos conocidos del ex guitarrista de Kyuss: el multi instrumentista Dean Fertita (bajo y teclados) y al baterista de Arctic Monkeys, Matt Helders, en lo que resultó una combinación perfecta entre juventud y experiencia.
En los pocos reportajes que los músicos dieron tras la salida del disco, el ex The Stooges hizo hincapié en su edad (68 años) y en el cansancio que le producen tanto las giras como el armado de un disco.
Tal vez será por ello que mantuvo la composición y grabación de la placa bajo secreto y sólo fue anunciada luego de que el primer corte difusión, "Gardenia", saliera a la luz a fines de febrero pasado.
En esa canción ya se anticipaba lo que sería un disco de nueve canciones y que a duras penas alcanza los 40 minutos: los bajos vocales de Iggy Pop bien adelante, como siempre lo supo hacer, pero acompañado por los melódicos coros de Homme, en una composición que es digna del legendario cantante.
Ese cansancio que el oriundo de Michigan expresó debió haber sido el motor para delegar el trabajo pesado del disco en la juventud de Homme, quien viene de producir el exitoso último disco Arctic Monkeys, "AM", y que se encuentra en la cúspide de su carrera, siendo referencia para varios músicos en la actualidad.
Pero eso no quiere decir que Iggy sólo haya dado su nombre a "Post Pop Depression", sino que, por el contrario, supo armar una tropa que lo mantuviera en los primeros planos musicales sin desprestigiar un legado que cuenta con grandes discos como "The Idiot", "Blah Blah Blah" y "Brick by brick" entre otros.
"Disparé mi arma, usé mi cuchillo, no ha sido una vida fácil, estoy esperando por mi Valhalla americana", canta en "American Valhalla", dando a entender que todo lo que le queda de vida es más bien un regalo que debe aprovechar.
Como un repaso de su carrera, "German Days" es un homenaje, con emoción y crítica a la vez, a sus años en Berlín junto a David Bowie, donde lanzó su carrera solista y, también, se sumergió más que nunca en las drogas.
"'Heimat' significa hogar, un hogar acogedor", escribió Iggy Pop sobre Alemania en esa canción, pero sin olvidar "el champagne con hielo" y a Bowie, un "cerebro brillante y el final del sufrimiento".
Dentro del apocalipsis que un posible retiro puede traer emerge el último track del disco, una canción que mezcla el rock oscuro de La Iguana con climas casi cacofónicos, donde el vocalista expresa sus deseos de escapar y elige a Paraguay, nombre del tema, como un lugar para observar el mundo lejos de su vida de rockstar.
Por supuesto que "Post Pop Depression" es un disco solista de Iggy Pop, pero lejos del egocentrismo, la tapa del disco muestra a los cuatro músicos como si fueran una banda, otro reconocimiento a uno de los creadores del punk, post punk y gran parte del sonido rocker.
Musicalmente, Homme trajo todo ese bagaje al 2016, y aunque dejó a un costado el sonido stoner, deja grabado con pinceladas de sus coros y guitarras lo que ya viene haciendo como productor.
"Post Pop Depression" fue grabado en silencio en "Rancho de la Luna", el estudio del líder de Queens of The Stone Age, donde el sonido garage prepondera y lo hizo sentir sumamente cómodo al legendario Iggy Pop.
MUSTAFUNK, “LABORO CHAMANIK”:
Segundo álbum de esta banda de funk duro del oeste del conurbano bonaerense que endurece su sonido y va en la línea de Infectious Grooves, los Red Hot Chilli Peppers y elementos del primer Divididos.
Desde un colorido arte de tapa, que encabeza un “Sapo Rey” los Mustafunk se lanzan con un funky power, una buen Groove de la base y los jugueteos de Lito Vitale con su sintetizador Moog que adornan la canción hasta el final.
“Monos” y “Turboviolencia” van en la línea de Infectious Grooves, el proyecto paralelo de Mike Muir, el fundador de Suicidal Tendencies, y de Roberto Trujillo, el ahora bajista de Metallica donde el funky tenía una base más metalera con el bajo al frente conduciendo la canción.
La banda logra grandes canciones que invitan al pogo y a mover la patita gracias al trabajo de Agustín Marinelli en guitarra y voz, Serafín Rodríguez en guitarra, Agustín Pettinato al bajo, Martín Pedernera en voz y guitarra y Camila Marinelli en batería.
“Laborochamanik” tiene un trabajo destacado del bajo y también de la batería, mientras las guitarras entran y salen adornando la canción que a medida que se acerca al estribillo va ganando en velocidad, con coros de Germán Condor Sbarbatti de la Bersuit.
“Ruidos del parlante” es funky al estilo de los primeros Chilli Peppers con un comienzo descomunal de toda la banda, un esquema que gira hacia un lado más cachondo con un groove más seductor en “Ciudad Albinogolpica”, con arreglos de bronces.
“Yogurt” se torna más romántica y más negra ya que encaja en los parámetros del funk y el soul de la escuela más tradicional, con un final con un interesante solo de guitarra bien épico. En la poderosa “Un pensante” la banda arma un gran riff en torno a la guitarra, que le da paso a acordes funkys y a un bajo en slapping, secundado por el banjo que aporta Guillermo Arrom, ex colaborador Luis Alberto Spinetta.
En “Mambo Negro” la base mantiene el formato funky, y una de las guitarras procesadas por los sintetizadores mete un solo más que interesante. “Abrazo diente sueño” tiene un estilo más cercano a los RHCP con un gran trabajo de las guitarras, momentos de distorsión y el combo demoledor que forman Camila Marinelli en batería y Agustín Pettinato en bajo. El final es muy Spinetta y recuerda sus momentos progresivos con jade en los ’80, y así aparece como regalo, como bonus track una versión de “Cementerio club” con Arrom en la guitarra.
SHAILA, "CONTRAINDICADO":
Shaila regresa a las bateas, tras cinco años sin novedades discográficas, con su octavo álbum de estudio, "Contraindicado", que confina en una docena de canciones las dosis equilibradas del punk rock, el hardcore y el punk melódico.
El quinteto integrado por Joaquin Guillen (voz), Yasser y Santiago Tortora (guitarras), Pablo Coniglio (bajo) y Guido X (batería), que ganó popularidad con la canción "Cuando no quieras sentir", logra mantener a lo largo del disco el impulso y la emoción, lejos de canciones vacías de contenido.
Así se presenta "Contraindicado", canción que titula el álbum y deja en evidencia con una batería furiosa durante los casi tres minutos de duración las contradicciones del sistema capitalista, la religión y la sociedad que se presenta como moderna y comprensiva.
El hardcore melódico se hace presente en canciones de amor como "Apagón en mí", en los arrepentimientos de "Los días después", en las declaraciones de "Incondicional", y en una carta con consejos de vida cantados tal vez desde la experiencia y el corazón "A Emilia".
Los coros se potencian con una postura crítica, de la que muchas veces desde su comienzo en 1994 se responsabiliza Shaila durante sus presentaciones en vivo, en "Problemas con los ismos" y con una cuota de escepticismo, hartazgo y el protagonismo de la batería en "El odio, lo cultural y el otro".
Política, injusticia social y rechazo a las corporaciones se entrecruzan en las estrofas de "Desarrollo & Dependencia", "Agua mala", "Las madres de Soacha", "El acampe" y "Desposeída", sólidas canciones con fuerte impronta punk y hardcore e influencias de los materiales más intensos de bandas como Penniwyse, Lagwagon, No Use For a Name o Descendents.
El quinteto cuenta con siete álbumes anteriores en su haber: "Progresar" (2000), "El Engaño" (2002), "Congelando el tiempo" (2003), "Mañanas" (2004), "Camino a Idilia" (2006), "Dame tu voz" (2008), "Nuestras Guerras" (2010) y "Contraindicado", recientemente lanzado. fuente: telam.com.ar
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