lunes, 21 de julio de 2014

TEATRO "Darío Grandinetti", a la deriva para contar la vida de "Novecento" El actor, que el sábado estrenó la propuesta basada en el texto homónimo del escritor Alessandro Baricco sobre un pianista notable que nació y vivió toda su vida a bordo de un transatlántico, señaló que "hay mucha gente excepcional que no puede estar a la altura de sus propias circunstancias".

"Hay mucha gente que es formidable de alguna manera y que le asusta o no puede enfrentar su propia vida", resaltó Grandinetti a Télam sobre el eje argumental que da cuerpo al texto con el que se encontró hace más de una década y que, desde entonces, se había transformado en una gran cuenta pendiente.
Corría el verano de 2000 y, mientras el mundo estrenaba los primeros días de un siglo nuevo, Grandinetti comenzaba la temporada de verano en Mar del Plata con "El cartero": "Silvia Baylé -actriz y directora- me recomendó `Novecento` porque estaba segura que me iba a gustar tanto que la iba a querer hacer", confesó el actor.

"Le hice caso y me voló los pelos. Pero después la vida se interpuso y nunca podía darle curso. Siempre estaba ahí el tema, resonando, hasta que el año pasado dije: `o la hago o me la saco de la cabeza` y se la propuse a Javier Daulte", explicó Grandinetti sobre el proceso que le tomó poder encarnar esta obra.

"Yo me divierto mucho trabajando con él. Es la quinta obra que hacemos juntos y somos amigos. A mi me sirve mucho la cercanía pero, por sobre todas las cosas, porque él es un tipo muy exigente", comentó sobre Daulte, director de "Baraka", "Mineros", "Una relación pornográfica" y "Personitas" (actualmente en el Espacio El Callejón).

"Aclaro eso porque sino parece que es todo liviano. Es muy serio, responsable y, además, muy talentoso. Es una estupidez decirlo porque ¿voy a descubrir yo que Javier es talentoso? a mi él me honra con su confianza, me agranda bien saber que hay un tipo como él que elige laburar conmigo", dijo.

"Hay mucha gente que es formidable de alguna manera y que le asusta o no puede enfrentar su propia vida"
Y 14 años después, de la mano de su director-amigo, "Novecento" llegó a la sala del Metropolitan (Corrientes 1343, Capital): cuentan que a bordo del transatlántico Virginian, que cubría la ruta entre Europa y América, apareció sobre el piano de cola del salón de baile de primera clase una caja de cartón con un niño de pocos días de vida en su interior.

La pieza que puede verse los jueves y sábados a las 20, los viernes a las 22 y los domingos a las 21, cuenta también que el niño, que fue llamado Novecento, se convirtió en un pianista mayúsculo, capaz de crear -sin necesidad de partitura- las notas más increíbles y las melodías más asombrosas, y que sólo existían por el breve espacio en el que él las ejecutaba al piano.

Su fama se extendía de tal forma, que había personas que compraban el pasaje solamente para oírlo tocar. A pesar que él nunca había bajado del barco en el que nació, era capaz de describir con precisión lugares a los que sólo había viajado con su imaginación, ya que el mundo entero entraba y salía de su barco en cada travesía.

Hasta que se le presenta la oportunidad de bajarse del barco en el que había transcurrido toda su vida. ¿Podrá?.

"Es una historia mágica que me gusta pensar que fue cierta. Que hubo un Novecento porque él era un hombre genial que no quiso ser. Pero también es más cosas que tienen que ver con el autor que si bien no es un autor de teatro, escribe mucho y describe personajes muy reconocibles", refirió el actor que se encuentra grabando la tercera temporada de "En terapia" (La TV Pública).

Amante confeso de la literatura de Baricco, Grandinetti evocó que su debut con el escritor italiano fue con "Seda" (1996) pero que "Océano mar" (1993) fue la pieza que más lo impactó: "Es un autor con un poder de observación sobre el comportamiento humano digno de un dramaturgo".

"De hecho -continuó- el mismo Baricco dice no estar seguro de que el texto sea una obra teatral. Pero le hace decir a un personaje que uno no está jodido mientras tenga una buena historia y alguien a quién contársela. O sea que es más que teatral de lo que cree".

"Y me gustó de la obra algo que es básico y que tiene que ver con el origen del actor: una persona contando una historia a alguien que lo escucha", continuó reflexionando el protagonista del filme "El lado oscuro del corazón".

Y para narrar esta trama el autor eligió hacerlo a través de la mirada de un otro: es el trompetista, único amigo de Novecento, quien va desgranando el devenir de la particular vida de este músico virtuoso sobre un transatlántico en medio de la guerra.

El barco, como escenario atemporal que recorre las costas sin otro objetivo que volver a zarpar, es el contexto un poco fuera del mundo que enmarca esta pieza que fue llevada al cine por Giuseppe Tomatore bajo el título "La leyenda del pianista en el océano".

¿Por qué Novecento no quiere bajarse? Es la pregunta que sobrevuela el texto enmarcado en la guerra y cuya respuesta no pierde vigencia ni actualidad: decidir, avanzar, atreverse, nos aleja siempre del mundo de las certezas.

Grandinetti aventuró "¿Qué le pasaría a un tipo que vive en el campo toda su vida, que pasa 40 años recluido y lo mandan a comprar carne al pueblo?".

"¿Va? Y si va, ¿Qué le pasa? Esta es una explicación prosaica pero a este tipo lo que le pasa es que no quiere salir de una celda. Hay un dato anterior que es que él, un abandonado, un doblemente huérfano, abandonado en ese lugar. Es un gran útero de contención. Un psicólogo se haría un festín", abundó.  fuente: tela.com.ar

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