lunes, 12 de agosto de 2013

CELEBRACIÓN Ilustres y anónimos del folclore se reúnen en la fiesta de Los Carabajal Abel Pintos, Soledad, Raly Barrionuevo y Maximiliano Guerra serán algunos de los artistas que se sumarán a partir de mañana al tradicional festejo en la ciudad santiagueña de La Banda por el cumpleaños de Maria Luisa, la "abuela" de la familia Carabajal.

La celebración tendrá como prólogo el recital gratuito "La estrella azul" que, con la dirección de Lito Vitale y la presencia de los músicos de la familia Carabajal, se realizará mañana a las 21 en el predio "La algodonera", en el barrio Los Lagos de La Banda, como parte del Plan Nacional Igualdad Cultural.

Estarán presentes, además, Teresa Parodi, Horacio Fontova, Patricia Sosa, Hilda Lizarazu, Veronica Condomi, Marián Farías Gomez, Rubén "Mono" Izarrualde, Hijos de MPA (Emme, Homero Carabajal, Micaela Farias Gomez, Lucina Ferraris, Jeronimo Izarrualde) y los bailarines Juan Saavedra y Koki y Pajarín Saavedra.

"Será el prólogo de la fiesta de la abuela que se ha transformado en una enorme celebración popular, espontánea, que tiene un rasgo muy particular: nadie la controla", afirmó a Télam el multinstrumentista Peteco Carabajal.

Además de Peteco, el martes estarán presentes Cuti, Roberto, Caly, Demy, Graciela, Roxana, Musha, Camilo y Pablo Carabajal.

La congregación de músicos se reúne en torno a María Luisa Paz de Carabajal, que nació el 15 de agosto de 1901 y tuvo 12 hijos varones y ninguna mujer y que, al cumplir 60 años, fue el centro de una gran fiesta.

Esa celebración se convirtió luego en un festejo popular que tiene su epicentro en un rezabaile organizado el tercer domingo de agosto en el patio de la casa de a abuela. Alrededor de 20.000 personas participan de la celebración.

"El festival de la abuela se festejaba cada año y se reunían los músicos de la familia, pero el movimiento fue creciendo y hubo que sacar el escenario a la calle", apuntó Peteco.

"Luego -recordó- en el 93 ella falleció y la gente espontáneamente nos reclamaba que siguiéramos con el encuentro y así se fue gestando una verdadera fiesta que no le pertenece a nadie".

Peteco destacó que el movimiento popular excede al patio de los Carabajal y que, con el tiempo, "aparecieron clubes, peñas, festejos en casas aledañas donde transcurre de todo y no hay nadie que controle ni se adueñe del festejo".

En ese contexto, el artista reflexionó acerca del valor de la chacarera y su expansión más allá del paisaje regional de Santiago del Estero.

-La chacarera mostró una rica evolución desde los tiempos de Andrés Chazarreta y, luego, Carlos Carabajal (padre), y quizá ha trascendido los límites de su región más que cualquier otro ritmo folclórico, ¿Comparte esa visión? ¿Por qué ha sucedido eso?
-La chacarera siempre ha estado presente desde Andrés Chazarreta desde comienzos de siglo pasado y ha mantenido una renovación constante. Siempre ha estado en los repertorios de músicos de mucha trascendencia.
Es verdad que le ha llegado un tiempo de una singular notoriedad en una segunda vuelta con músicos como Soledad o Los Nocheros; y la chacarera ha obtenido así un fruto que le es merecido y por el que trabajaron muchos, como los Carabajal, MPA, Los Manseros Santiagueños, Jacinto Piedra, Juan Saavedra.

-¿Cómo vislumbra la proyección popular de la chacarera?
-Es muy difícil que pueda ser consumida popularmente; por ejemplo, es muy difícil que una hinchada de fútbol la cante porque el ritmo no es tan fácil.
Los argentinos tenemos incorporado un tiempo de dos, más propio del oído europeo, y eso, por ejemplo, ha permitido que el tango haya accedido a muchos lugares. Pero es muy difícil para la chacarera tener ese espacio. fuente:telam.com.ar

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