domingo, 19 de marzo de 2017

NOVEDADES DISCOGRÁFICAS Lujuria pone alta velocidad al rock alternativo con su nuevo disco El grupo argentino presenta un notable quinto disco con las colaboraciones de Nick Oliveri y Jesse Hughes, mientras que desde La Plata llegan los Valses con un rock cancionero de interesante entramado musical y exquisito trabajo en las letras.

LUJURIA - “SEXTORSION"
El grupo argentino presenta un notable quinto disco con las colaboraciones de Nick Oliveri y Jesse Hughes, mientras que desde La Plata llegan los Valses con un rock cancionero de interesante entramado musical y exquisito trabajo en las letras.Quinto disco de este trío de rock alternativo que gusta agregarle la turbulencia del killer rock a sus canciones, y que en esta ocasión contó con las notables colaboraciones de Nick Oliveri, ex Queens of the Stone Age y de Jesse Hughes, integrante de Eagles of Death Metal.

Este disco fue grabado en parte en Buenos Aires y otra parte en Los Ángeles, donde la banda realizó diversos shows tras tocar en varios sitios de México.

El disco abre a alta velocidad y enloquecido con “Colmillo Blanco”, las guitarras dominando la escena, la base maciza hasta un cierre con un solo arrasador, feroz y vibrante. El segundo tema es “Reptile Cash” donde Dohko abre con una guitarra montada sobre un riff chirriante, la base de Franky en base y Charles Monroe se mantiene firme y es la maquina de este tren que viaja alocado, cargado de zombies mutantes en un mundo apocalíptico, con una letra que hable de la decadencia de las grandes ciudad, en especial Buenos Aires mirada desde el barrio de Constitución. A partir del puente, la banda eleva la intensidad, y la letra carga contra las falsedades de la televisión y la hipocresía catódica, que se cierra con un alarido de la viola en forma de ardiente solo.

“Lucifer” abre con juegos de sintetizadores, las guitarras entrando y saliendo agudas, mientras Dohko hablar del camino hostil que es caminar con Lucifer. La canción toma caminos más alternativos, más juguetonas.

“Time to break bones” arranca furioso, con un grito primal, las guitarras de Dohko y Xerxes generando una cortina eléctrica, mientras la voz del vocalista se cruza con la de Nick Oliveri en un marco de un metal extremo hasta que juntas arman un muy buen estribillo. El ingles continua en la oscura “Nasty” que teae a Kyuss de recuerdo, pero también a bandas más cercanas al killer, furioso, rabioso, coronado con un solo excitante de la guitarra.

Lujuria se calza los ropajes del rock californiano más ardiente en “Electricity” donde destacan la mezcla del trabajo de las guitarras y los sintetizadores que sostiene la cruza de las voces de Dohko con la de Jesse Hughes para otra canción atrapante, que te envuelve y que merece ser escuchada a máximo volumen en una carretera ardiente o en una autopista a 160 kilómetros por hora.

“Jipster” se mete en un rock más saturado, más denso, con los sintetizadores acompañando las guitarras chirriantes y la base que va casi a un ritmo mortuorio ya que la canción es lenta y siniestra. En “Redención”, la banda regresa a un rock alternativo más rutero, moderno, veloz, urgente con un gran trabajo de las guitarras y la batería jugando con los tempos y cambiando su beat para engordar y colorear la canción.

“En las penumbras” la banda incorpora los sintetizadores y el piano para darle colores sombríos, nocturnos y siniestros a una canción que podría integrar la banda de sonido de un filme de terror de Sam Raimi como la serie “Evil Dead”.

La banda cierra el disco con su apuesta la innovación y la experimentación cruzándose con Ernesto Romeo, lider de Klauss y maestro del uso de sintetizadores en el rock argentino, en “Dios es Digital” donde Dohko mezcla el mal uso de la religión, la injusticia cibernéticas mientras la banda juega todo en ritmo alternativo hasta que al promediar los aires de una Berlín fría y soviética de los años 80 que inspiro a David Bowie, Lou Reed e Iggy Pop llega de la mano de Romeo que recita la letra en tono sacro y procesado, hasta que Lujuria retoma la posta y cierra el disco a lata velocidad tal como comenzó.

LOS VALSES-“LOS VALSES”

Primer disco de este cuarteto platense formado por Pablo Matías Vidal en voz y guitarra, Gabriel Ricci en bajo, Santiago Peri en guitarra y coros y Oscar Trani en batería y coros, que muestra una exquisita búsqueda de la canción rock con influencias Beatle, de los Kinks, los Smiths y hasta de Luis Alberto Spinetta.

El disco lo abre con una preciosa melodía indie “Educación a distancia”, con las guitarras dulces, una melodía hermosamente arreglada, que recuerda por momentos a los Beatles, a los Smiths y al gusto por la orquestación de Divine Comedy, con un interesante punteo de guitarra a mitad de camino de la canción y luego en un final a lo Johnny Marr.

“Corazón Loreal” abre con una voz prístina envuelta por la guitarra, con un interesante trabajo lirico, mientras el resto de la banda entra en una canción que recuerda al mejor brit pop y vuelve a remitir a los Smiths, mientras los arreglos de voces embellecen esta exquisita pieza romántica.

La línea indie elegante continua con “Fotomontaje” con un trabajo de guitarras entre George Harrison y Marr y la letra narrando viñetas urbanas de los masónicos misterios de La Plata y su atmosfera tan particular. El trabajo de las guitarras de Santiago Peri y Pablo Matías Vidal va adquiriendo mayor preponderancia y en esta canción es notable.

“Martes” arranca con cierta melancolía, ritmo de canción otoñal, con punteos de la guitarra y otra vez destaca su letra, y el clima agobiante se mantiene en “Si se escucha el tren”, con otra viñeta urbana, envuelta en guitarras filosas, una base oscura, y un trabajo que emparenta a la banda con los Kinks y también con Jarvis Cocker y sus notables polaroids de la sociedad británica con Pulp. La canción concluye con un interesante in crescendo guitarrero.

“El rulero de Mabel” tiene un interesante rimo de valsesito y otra vez en su letra Pablo Vidal cuenta la vida en los barrios alejados del centro de las grandes urbes. Gente que trata de tener su propio rincón de vida, alejado de las psicosis urbanas, tratando de preservar su integridad y sus fantasías.

“Por equis motivo” tiene un gran trabajo de las guitarras y la letra es pura poesía bien vestida por el trabajo de la base compuesta por Gabriel Ricci en bajo y Oscar Trani en batería, mientras Vidal se muestra como un Moris que dejo su lado arrabalero y se embebió de Morrissey, con las guitarras luciéndose.

El disco se cierra con “Ciencia cierta” con cierto dejo spinetteano, las guitarras jugándose un duelo con punteos enriquecedores, mientras la base se pone con marcha lenta pero marcando claramente el beat, y así el camino conduce a un interesante solo, que va levantando el pulso, las emociones y la canción eleva su potencial hasta cerrar bien a lo Beatle en tiempos de “Rubber Soul”. fuente: telam.com.ar

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