domingo, 13 de octubre de 2013

"Paul Mccartney" La máquina de hacer canciones Con la colaboración de cuatro productores, el músico saca a la luz hoy su nuevo disco, “New”, con un resultado ecléctico.

Desde la primera escucha queda claro que Paul McCartney logró algo nada fácil en los veteranos de la música popular: sonar genuinamente al día. No es fácil: el mayor traspié de su carrera fue el hi-tech Press To Play (1986).
New continúa la senda de Electric Argument s (2008), el tercer album de The Fireman, su dúo con el productor Youth; un disco con un perfil más bajo que ni siquiera se editó en Argentina.
Luego de testear cuatro productores, McCartney decidió hacer un album con aportes de cada uno, algo que sólo había sucedido dos veces. El resultado es ecléctico (sin ser desparejo como Flowers In The Dirt, 1989) y a la vez homogéneo (pero más experimental, a diferencia de Flaming Pie, 1997), gracias a la mezcla de Mark “Spike” Stent.
La licenciataria del disco estuvo realizando sesiones de escucha para los medios. Pero, como siempre pasa, desde el jueves está rebotando en Internet la edición deluxe de New(con dos bonus tracks; la japonesa trae otro inédito). Sin mayores precisiones, se sabe que los músicos de su banda aparecen en siete temas.
Las tendencias de Mark Ronson (responsable de Back to Black de Amy Winehouse) al retro de diseño están controladas en el ya conocido tema titulo: pop soleado a lo Brian Wilson tal como McCartney lo destilaba en el ‘66 o ‘67. Es lo más pegadizo y lo más beatle de un álbum que toma muy en cuenta a toda la obra de Paul.
Alligator tiene un guiño a los sintes de McCartney II (1980). Su voz hace tiempo suena envejecida pero suele agregarle pathos a sus nuevas canciones.
También cantautor, Ethan Johns es hijo del histórico Glyn Johns, viejo asociado de McCartney desde el proyecto Get Back de 1969. Es preferible pensarlo como productor de Ray LaMontagne que de Kings Of Leon; de hecho aquí aporta su feeling para las guitarras acústicas.
Early days pertenece al subgénero aquellos eran los días , como The song we were singing (1997) o That was me (2007); en este caso con un palito a los revisionistas.
Hosanna es una balada acústica como las de McCartney (1970) con loops en reversa a la Tomorrow never knows (1966).
Giles Martin produjo la mitad del disco y agregó cosas a New y a los temas de Johns. Hijo del legendario George, ambos realizaron el mash up Love (2006). Giles también trabaja en el archivo de George Harrison, pero no es un conservador.
Everybody out there, con la familia de Paul gritando Hey!, wo oh oh oh recuerda a los Ho, hey ho!
de Linda en Mrs Vandebilt (1973). Un musicalizador radial debería empardarAppreciate con algo de Gustavo Cerati de principios de los ‘90.
Las programaciones continúan en Looking at her, una de las canciones inspiradas en su nueva esposa, Nancy Shevell. En todas siempre hay un detalle inventivo, sean losbreaks instrumentales en On my way to work (más reminiscencias juveniles) o el solo de sinte en I can bet, con un riff símil Only Mama knows (2007).
La colaboración con Paul Epworth (uno de los responsables de 21 de Adele, pero también con credenciales más indie) es lo más inusual ya que improvisaron desde cero; de ahí las autorías compartidas.
Save us abre el disco con un riff que recuerda a The Strokes, pero con algunos detalles muy McCartney. La ganchera Queeny eye, el próximo corte, es pop psicodélico con Mellotron mientras Road, el cierre formal del disco, es lo más ambicioso, con un inusual arreglo que incluye vibráfono y un bajo protagónico. McCartney lo hizo de nuevo.
El track oculto
Producida por Martin, Scared (igual título que un tema de Lennon del '74), con McCartney casi a solas con el piano, es el momento más emocionalmente desnudo del disco. Lo mismo sucedía con The end of the end en Memory Almost Full (2007). fuente. clarin.com

Por Pablo S. Alonso. 

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