viernes, 12 de julio de 2013

HOMENAJE Tributo a Leda Valladares a un año de su muerte Pedro Aznar, Fabiana Cantilo, Suna Rocha, Silvia Iriondo y Miriam García, al frente de una gran comparsa, rendirán homenaje este sábado a las 19 en la Casa Nacional de la Música a la poeta, cantora, compositora y musicóloga Leda Valladares.

Leda, quien dedicó su vida al conocimiento, el resguardo y la difusión de la música originaria argentina y anónima, será recordada en un concierto especial que se realizará en la Sala Williams, del complejo cultural ubicado en México 564, Capital.

Teresita Cruz, Guillermo Rizzotto y Carlos Olguín, también se sumarán a este tributo que incluirá una muestra fotográfica y audiovisual, y talleres de canto con caja destinados a niños.

Dueña de una obra inmensa y una vida intensa, la creadora fallecida a sus 93 años se destacó por su generosidad, su humor, su agudeza, su espíritu visionario, su determinación por llevar sus ideas a la práctica y su apuro por terminar el "Mapa Musical Argentino".

El recital, en donde la cantante y docente Miriam García, discípula y heredera de Leda, tendrá un papel relevante, se enmarca en el Programa La Música de Todos dependiente de la Dirección Nacional de Artes, de la Secretaría de Cultura de la Nación.

En la década del 50 Leda conformó dúo con María Elena Walsh y trajo a las ciudades el ancestral canto con caja, la baguala y la vidala como un tesoro propio aunque desconocido.

Criada entre las sonoridades de tradición europea, la tucumana Valladares abrazó el legado oral y anónimo de la música andina y, a partir de ese compromiso, dejó una enorme trabajo como recopiladora en el que abrevan los artistas de este tiempo.

Sus investigaciones, más próximas a la antropología que al perfil del músico profesional, le permitieron rescatar un paisaje musical amenazado por el crecimiento de la industria, tantas veces despiadada con los matices y las expresiones locales.

Hermana de Rolando "Chivo" Valladares -otra figura indispensable del folclore- Leda nació el 21 de diciembre de 1919 y aprendió de su padre a entrenar el oído musical. Mientras estudiaba filosofía y Ciencias de la Educación, la música clásica dominaba el contexto sonoro de su formación.

Con ideas de libertad estética, Leda formó su primer grupo antes de cumplir los 20 años acompañada por talentosos amigos y con un sentido lúdico como guía: F.I.J.O.S (Folklóricos, Intuitivos, Jazzísticos, Originales y Surrealistas), con Adolfo Abalos, Manuel Gómez Carrillo, Enrique "Mono" Villegas, Gustavo "Cuchi" Leguizamón y Louis Blue.

Formada en lenguajes musicales ajenos a la tradición de su tierra, Leda siempre evocaba su primer contacto con la baguala, a los 21 años: "Estaba en Cafayate, una noche de Carnaval. Me desvelaron tres mujeres que se detuvieron frente a mi balcón.

Yo nunca había oído hablar de la baguala y entonces me parecía que tenía que ser algo muy misterioso, muy poderoso.

Después de escucharlas me prometí recuperar semejante regalo de la tierra".

Escribió varios libros, entre ellos "Cantando las raíces" en el que volcó reflexiones como que "cuando alguien echa a rodar una canción en el mundo agreste, su aliento regará generaciones y será tocada y retocada a través de legiones de cantores".

"Cantar no es gobernar un caudal aéreo o melódico. Es algo profuso y subterráneo. Caer en concavidades desconocidas y volver a la superficie con fuegos y metales, con picos y planicies, con savias y arenas. Cuando el canto pierde rugidos y lamentos, magia y sabiduría ancestral, se perfeccionan proezas, la voz se decolora y se convierte en un juego estético o simple pasatiempo", señaló allí.

Su etapa más difundida como intérprete y compositora fue la forjada junto a la Walsh, con quien se instaló en Francia en 1952. En conjunto trabajaron un patrimonio conformado por carnavalitos, bagualas y vidalas; además de desarrollar composiciones propias, un oficio que ambas cultivaron con originalidad.

En París grabaron sus primeros álbumes, en los que incluyeron temas propios como "Dos palomitas" y "Huachi tori" y se relacionaron con otros artistas, como la chilena Violeta Parra o la estadounidense Blossom Dearie.

De vuelta en la Argentina, en 1956, Valladares y Walsh realizaron una extensa gira por el norte argentino, en donde reunieron varias canciones que fueron grabadas luego en sus dos primeros discos: "Entre valles y quebradas" I y II, ambos de 1957, celebrados en el ambiente folclórico de la época.

Un aporte medular fue condensado en "Mapa musical argentino", una recopilación de obras populares editadas entre 1960 y 1974 por el sello Melopea dirigido por Litto Nebbia. Era una serie de 11 álbumes testimoniales y documentales de música del norte argentino.

Esa antigua huella de canto y caja, Valladares se la enseñó también a los artistas del rock (Fito Paez, Pedro Aznar, León Gieco, Gustavo Santaolalla).

Afectada por el Alzheimer, Leda se retiró de la vida pública en 1999, antes había entregado otras obras tan consagradas como imposibles de conseguir hoy: "Igual rumbo, grito en el cielo" (1989), "Grito en el cielo II" (1990) y "América en Cueros" (1992). fuente:telam.com.ar

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