jueves, 18 de julio de 2013

ESPECTÁCULO Percusión, danza y teatro de la mano del Choque Urbano en Tecnópolis Además, el grupo de percusión ofrece un taller para que chicos y adultos aprendan a crear diferentes ritmos. En la tercera edición de Tecnópolis, ya asistieron más de 200.000 personas.

En un gran escenario rodeado de pantallas gigantes las familias pueden disfrutar del espectáculo de Choque Urbano y Fanfarria Los Granaderos, donde más de 50 artistas hacen música con tambores, tachos, sartenes, bolsas de residuos y palos de escoba.

"Mirá papá, los granaderos se mueven y bailan, está buenísimo", dijo Sofía, de 9 años, que disfrutaba del espectáculo junto a su familia.

"Acercar las Fuerzas Armadas a la gente es una manera de generar un cambio a través del arte"
director Choque Urbano
Juan Carlos, su papá, que aplaudía al ritmo de la música, coincidió con su hija y agregó que "la posibilidad de ver estas cosas gratis y en familia es muy buena, sobre todo en vacaciones".

Mario, uno de los granaderos que participa del show, contó a Télam que vienen ensayando para esta presentación desde hace varios meses. "Lo que hacemos son temas del Choque a los que nos sumamos, pero las versiones son de ellos", explicó.

"Cuesta un montón hacer el espectáculo porque no estamos acostumbrados, siempre estamos parados firmes y ahora tenemos la posibilidad de disfrutar arriba del escenario, que está buenísimo", consideró Mario.

El granadero, que explicó que les dieron "permiso para mover brazos y piernas" durante el espectáculo, invitó al público a acercarse ya que "van a ver algo que nunca vieron antes, se van a sorprender".

"La propuesta que traemos es variada, pensá que este espectáculo con los Granaderos hubiera sido imposible hace 30 años", reflexionó Sebastián Ablin, integrante de Choque Urbano.

El músico explicó que "la idea es integrarse desde lo cultural" y apuntó que el show se basa "en una idea transgresora y pacificadora al mismo tiempo".

"El plus que tiene el show es que es gratuito, entonces viene a vernos gente que no puede pagar una entrada y no nos había visto antes, y eso es lo más emocionante porque son los que más te devuelven como público", revindicó.

El artista explicó que "a esto hay que sumar la parte instrumental, es la primera vez que mezclamos instrumentos reales con los objetos, que nos da más vuelo entre músicos y bailarines".

Santiago Ablin, hermano de Sebastián y director musical de Choque Urbano, dijo que está "muy emocionado, porque esta fusión con granaderos es muy emotiva y potencia la danza y el sonido".

"Acercar las Fuerzas Armadas a la gente es una manera de generar un cambio a través del arte", destacó e invitó a todos a disfrutar del espectáculo, que se realizará durante las vacaciones de invierno todos los días a partir de las 17 en el Pabellón Bicentenario.

Otraa de las propuestas de Choque Urbano para esta tercera edición de Tecnópolis es el taller de percusión, que se dicta varias veces al día en la Fábrica de Sonidos.

"Acá trabajamos con objetos reciclados, hacemos talleres para integrar al artista con la gente y aprender distintos ritmos", explicó Santiago Ablin.

Los integrantes de la banda de percusión invitan a grupos de aproximadamente 30 personas por vez a practicar distintos ritmos durante 25 minutos, en los que chicos y adultos aprenden y componen junto a los artistas.

"Los chicos se enganchan mucho, nosotros les prestamos nuestros instrumentos para que vivan la sensación de tocar y la respuesta es muy buena", comentó Ablin.

Andrea, una mamá que esperaba que sus hijos completaran el taller, consideró que la actividad es "educativa y divertida". "Mis hijos quisieron hacer toda la cola y esperar, están muy enganchados con la percusión y la música y los artistas les enseñan muy bien", dijo.

Ailin, de 6 años, que terminaba de participar del taller, dijo entre risas: "Estuvo re bueno, quiero volver mañana para seguir tocando". A su lado, su hermano Julián, de 9, seguía concentrado golpeando dos tubos de plástico contra un tacho que oficiaba de batería.

El Choque Urbano es un grupo de percusión teatral que surgió en 2002 y utiliza instrumentos no convencionales como botellas, latas, palos, tachos, barriles, tapas, cajas de cigarrillos y bolsas de residuos para proponer diferentes ritmos y crear espectáculos que integran la música con el teatro y la danza.  fuente:telam.com.ar

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