martes, 23 de julio de 2013

CAFÉ VINILO Seba Ibarra: canción chaqueña con raíz, elegancia y modernidad Plasmó en la sala porteña del Café Vinilo una recorrida por sus tres álbumes solistas y mostró una canción propia que abreva naturalmente en el entorno litoraleño y se proyecta desde una sonoridad elegante y moderna subrayada por su estupendo grupo.

Sin imposturas y afirmado en un discurso propio surcado tanto por tradiciones como por audaces búsquedas, el cantautor chaqueño Seba Ibarra exhibió un repertorio donde la identidad se actualiza desde canciones en apariencia simples pero cautivantes y con varias capas.

Para conseguir esa sumatoria, el guitarrista se vale de una musicalidad libre e inspirada y de una pluma donde observación, pertenencia y cotidianeidad le ponen entorno a interesantes apuntes sobre la existencia.

Pero la carga expresiva de la obra de este rockero devenido en trovador del Litoral, completa, multiplica y radicaliza su expresión gracias a los músicos que lo acompañan y que aportan colores, fuerza y exquisitez a la propuesta.

Ese entramado de elementos quedó planteado en el guión del recital que se inició a las 21.30 con Seba solo a guitarra y voz anunciando “un viaje musical” y fue sumando por etapas a sus inspirados laderos.

Primero se agregó su compadre Mauro Siri en el bajo (para el bello “Collage de río”) Y luego llegaron el guitarrista Guido Romeros Scherf y el pianista y acordeonista Emiliano Khayat (para el sugerente “Mete los pies”).

Las postales de río se multiplicaron enseguida con la estupenda “Niño Paraná” que incorporó definitivamente a escena al percusionista Esteban Peón, un magnífico instrumentista que combinó en su set la utilización del bombo de batería, el redoblante y los platillos con el bombo legüero, además de disparar sonidos electrónicos.

El encantador lirismo de “Semilla de samuhú” dio paso al autodenominado “pop litoraleño” de “Un jardín” y a “Mundo”, donde se añadió la guitarra eléctrica de Mariano Thomas, para cerrar el primer tramo de la velada.

Ya por entonces el rumor del agua y sus postales habían arrasado con el frío polar del domingo porteño y tras apenas 10 minutos de descanso, el clima siguió mutando gracias a “Verano”, con letra de la poetisa chaqueña Claudia Masín, y a “Vuelta al Paraguay”.

El romanticismo cándido e ingenioso de “Si mal no me equivoco”, el tránsito de una “Gota madre”, el aire de electro chacarera de “Ay qué pena” y la irónica crónica sobre Resistencia presente en “Terraplén”, configuraron un pasaje tan intenso como atractivo.

Los explícitos y rítmicos “Entrevero”, “Tereré” y “Tornado” (con gran protagonismo del piano de Khayat), se arrimaron a un final que en los bises narró el viaje de peligro en el colectivo “L6”, que bien podría ser una crónica bonaerense sobre el tren Sarmiento, y cerró con el estupendo “El pseudo”, donde se interroga acerca de si fue capaz de componer un chamamé y que generó la adhesión de dos oriundos de la ciudad de Machagai, nombrada en la canción y presentes en el sala.

Con tres álbumes publicados ("Collage de río", de 2007, "Palimay", de 2009, e "Infrenable Paraíso", 2012) y abriendo el juego a los talentosos integrantes de su banda, Seba se afirma como hacedor de una propuesta cuidada y atractiva para abordar la hondura de los sonidos del Litoral en tiempo presente.

La actualidad de Ibarra en Buenos Aires se completa con la puesta de “Tierra verde”, basado en primer álbum de música para chicos que se hizo en el Chaco, que creó junto a su bajista Siri y que miércoles, jueves y sábado a las 15, completará su serie de presentaciones de vacaciones de invierno en Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131, Capital). fuente:telam.com.ar

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