miércoles, 26 de junio de 2013

De Rafael Alberti a Soda y Spinetta, una autobiografía La ex Metrópoli Isabel de Sebastián lanzó un disco personalísimo y sofisticado, con espíritu de ruta latina. Como señales en la hoja de ruta de su vida, se mezclan el gran poeta, Cerati, su ex banda de los 80 y su marido, Bob Telson.

Es como una autobiografía hecha canciones. Un puñado que va de los versos escuchados en la niñez de boca del poeta Rafael Alberti hasta su actual sociedad, musical y de vida, con Bob Telson. Y que pasa por el bolero, el tango, el pop de los 80, Soda y Spinetta. Isabel de Sebastián, en un disco que no tiene más nombre que el propio, suma momentos de su vida en uno de los mejores y más sofisticados regresos del rock nacional de los últimos años.
Es, de algún modo, una hoja de ruta por la vida de la cantante. Y es un mapa intrincado, repleto de nombres, matices y geografías. Lo último que había editado había sido hace seis años, junto a Telson, su esposo y padre de dos hijos. En este nuevo trabajo, sólo una canción es exclusivamente propia, pero el disco es personalísimo como el título.
De Sebastián fue parte de las Bay Biscuits, el grupo de rock escenificado que compartió con Fabiana Cantilo. Fue voz de Metrópoli, la banda de los 80 que comandaban Richard Coleman y Ulises Butrón. Trabajó largamente con Spinetta. También con los Redondos. Y compuso junto a Cerati y Charly Alberti "En camino", de Soda Stereo. A fines de los 80 se fue a Estados Unidos. Como toda partida en aquella época, una mezcla de exilio forzado por el derrumbe económico y búsqueda de nuevos horizontes. Allí conoció a Telson.
De adelante para atrás, Isabel de Sebastián mezcla momentos de una misma historia. La dupla con Telson se concreta en "Aquí", una de las joyas de un disco que tiene varias, compuesta a cuatro manos. Con clima de western en los Valles Calchaquíes, De Sebastián se escucha reconcentrada en la pertenencia, después de tanto viaje y camino.
El timbre y la versatilidad de la ex Metropoli se extrañaban. En "Te mataría", le pone voz ominosa a un bolero criminal de la pluma de Carmen Baliero. Y puede dar un salto festivo con la cumbia peruana "Cariñito" (con rapeo de Machito Ponce) sin que se pierda el hilo del sonido general.
En ese enlace conceptual, además de la voz de la propia De Sebastián, es fundamental la guitarra de David Bensimón, que aparece por aquí y por allá, en general con un logradoreverb surf para transformar todo en potencial banda de sonido de una de Tarantino.
En "Skatango" y "La apuesta" (la única canción exclusivamente propia, donde incorpora a la ex Metropoli Celsa Mel Gowland en coros), De Sebastián se suma al grupo de Mimi Maura y Andrea Etcheverri, en tanto cómodas intérpretes de una música latina con fronteras difusas. Y para "Corazón y hueso", limpia la versión original de Daniel Melingo, tanguera y sucia, y cambia los violines por guitarra surfer para un viaje rutero de antología.
Más allá en el tiempo, los 80 tienen su momento. La versión de "En camino", con Leo García haciendo de perfecto copiloto, suena a rock californiano terso con sus nuevos arreglos. Y el hit perpetuo de Metrópoli, "Héroes anónimos", baja un cambio, pero no pierde una pizca de épica.
Para el final del disco, el comienzo. El álbum termina con las primeras señales de la hoja de ruta de la cantante. Ese mapa arranca muy lejos, en su niñez, con Rafael Alberti, pareja de su abuela. Del gran poeta, con música de Luis Alberto Spinetta, suena conmovedora "Canción del ángel sin suerte". Y con los versos "Tú eres lo que va: / agua que me lleva / que me dejará" el regreso de De Sebastián, sin fisuras, se completa. Su voz se extrañaba. fuente:clarin.com

Por Guillermo dos Santos Coelho
(Twitter: @g2santoscoelho)

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