“Unos días antes, en Bogotá, me habían señalado al intendente de San Vicente. Fui, le toqué el hombro y le dije: ‘Hola, yo soy Piero, si me pone un avión voy mañana a cantar allá”. ¿Por qué me ofrecí? Sentí que era como llevar una caricia en un lugar con tanta tensión. Había tres mil personas cantando conmigo”.
Es posible que muchos no sepan que el cantautor argentino nacido en Italia tiene tal ascendencia popular en Colombia que no sólo llena estadios en cada presentación sino que, además, su figura también tiene trascendencia en la vida política.
Acaso en esta paz que por fin parece real –el presidente Juan Manuel Santos y las Farc firmarán el acuerdo el próximo 26 de septiembre– los gestos y las canciones de Piero hayan sido una de las tantas semillas que ayudaron a que este presente floreciera.
De hecho, así se lo reconocen los propios colombianos: en junio pasado, asistió a las negociaciones que se realizaron en Cuba, invitado por organizaciones no gubernamentales, e incluso por sugerencias de las Farc.
“En La Habana, en el hotel me encontré con Pablo Catacumbo, uno de los líderes de las Farc. Yo le extendí la mano y me dijo: ‘Dame un abrazo’. Sentí otra cosa, agradable. Hablaba de que había que firmar la paz, de que ninguna guerra dura 50 años y que si dura, nadie la gana. Creo que tiene que ver con que casi toda la primera fila de las Farc murió, y que la segunda tiene otra mirada”.
Las sensaciones de Piero se comparan con aquel encuentro en San Vicente, cuando después de cantar fue sentado a una mesa con jefes de las Farc. “Hablaba con el Mono Jojoy (comandante, muerto en 2010) y le preguntaba si no pensaba en tener otra vida. ‘La gente me necesita’, decía. ‘La gente no quiere un tiro más’, decía yo. Sentí frustración, decepción”.
A la salida, lo esperaba casi una decena de cámaras de televisión. “Jojoy dijo : ‘Este Piero, que en los ’70 nos metió a todos en este cuento, ahora está con la ecología, la granja orgánica...’. Lo interrumpí: ‘Vos le estás hablando a la gente del ’70; entonces se usaba la guerrilla; ahora no hay más guerrilla en el mundo’. Y dicho esto, me fui”.
Y en aquellos años ’70, había protagonizado episodios tensos cuando le prohibieron cantar para los estudiantes universitarios estatales. Incluso, en el viaje siguiente no lo dejaron salir del aeropuerto y lo escoltaron con ametralladoras al próximo avión que salía desde Bogotá.
“Por un lado, estaban los que me querían por las canciones que no eran políticas: Mi viejo , Juan Boliche , Pedro nadie ; por otro, los que me seguían por temas como Para el pueblo lo que es del pueblo ”, recuerda.
Fue declarado ciudadano colombiano en 1994 por el presidente Ernesto Samper. La nacionalidad se la iba a entregar un año antes el presidente César Gaviria, pero la muerte del capo narco Pablo Escobar postergó el acto. Hace poco, criticó la posición adversa a las negociaciones de paz del expresidente Álvaro Uribe, y el propio Uribe le escribió explicándole su postura. En Cuba, Juan Manuel Santos dijo que los colombianos tenían mucho que agradecerle.
Piero, un hombre de andar manso y tranquilo, y gestos suaves, cree en el poder mensajero de sus canciones. “Algo así debe suceder”, dice, mientras evoca las numerosas y desamparadas excursiones a las selvas de las que regresó para seguir cantando y sembrar más semillas de paz.
Caravana en Colombia
El próximo viernes, Piero cantará en Bogotá, como parte de la caravana cultural “La guerra del amor”. Participarán Víctor Heredia, León Gieco y Lerner, entre otros. Piero estará junto a la banda cordobesa que lo acompaña desde hace 20 años: Pichi Pereyra, Diego Bravo, Gustavo Nazar y Cacho Aiello. fuente: lavoz.com.ar
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