viernes, 11 de diciembre de 2015

"Franco Simone": "Escuchar a Gilda me pone feliz” Entrevista.El cantante, que se presenta hoy en el "Teatro Gran Rivadavia", admite: "Los italianos perdimos la humildad".

Para encontrarlo en el punto pautado, hay que esquivar las ramas de un árbol de Navidad que rasca el techo. Detrás de las lucecitas que se apagan, se enciende él, italianísimo, mirada furiosa y gesto de intensidad: "¡Tengo una vida llena! Podría llenar diez vidas con todo lo que he vivido", parla che ti parla Franco Simone, a siete años de su última vez en la Argentina.
A los 66 años, Francesco Luigi -que hoy cantará en el Teatro Gran Rivadavia- dice estar en su etapa más productiva: "Ahora compongo como una máquina. Yo siento que a los 18 era más viejo que ahora. Porque tengo más entusiasmo por la vida. Estoy viviendo el presente más interesante de mi historia. Hice una ópera y la voy a presentar el 15 de marzo, en el Auditorium Conciliazione del Vaticano".
Franco podría significar nada para las generaciones que tarareanPaisaje al son de Gilda o de Vicentico. Pero es el dueño de esa canción, y de otras doscientas. Colonizó estas tierras en épocas en que el argentino deliraba por el Festival de San Remo. Después, su nombre se fue apagando a la par de la italianidad musical que dejó de visitar Latinoamérica. "¿Por qué no vuelve? ¿Pero por qué no vuelve?, me preguntaban. Nosotros los italianos perdimos la humildad, por ejemplo, de escuchar a Pedro Aznar o a Mercedes Sosa. ¡Allá se piensa que ustedes no son dignos de nosotros! La tontería de los que manejan la música. Cuando hablo, me gano muchos enemigos con esto". Respira y sigue: "Me gusta que nuestro grandísimo Papa sea de Sudamérica, porque nosotros en Europa tenemos algo de corruptos. Acá en Latinoamérica no son todos santos, pero cuando uno es puro acá, se trata de una forma de pureza que nosotros hemos perdido. Una inocencia perdida. Desde la historia somos los más grandes: Galileo Galilei, Da Vinci, Michelangelo. Pero hoy somos una versión corrupta de lo que éramos".
¿Escuchó su tema "Paisaje" en versión tropical, en la voz de Gilda?
¡Gilda! ¿Cómo podría no haberla escuchado? Es algo mítico. Me pone feliz escucharla. Una versión completamente nueva hizo. Ella tenía algo de inocencia. Más que el valor musical, lo suyo es el valor de la inocencia. He visto que quedó como una santa. Y que mi tema es uno de los temas fundamentales de su carrera. Y me encantó la película fantástica que hizo Marcos Carnevale con mi música, "Viudas". La versión de mi tema en voz de Vicentico me emociona de forma distinta. He encontrado en Vicentico la voz de Roberto Carlos. Me gustaría invitarlo, a él y a su señora, Valeria Bertuccelli.
¿Cómo se gana público nuevo cuando no se visita con frecuencia el país y cuando varias generaciones creen que sus temas no son suyos sino de quienes hacen covers?
¡Es que yo no soy empresario! No puedo arreglar las giras. Me gustaría que los italianos pensaran distinto. Yo a veces digo: ¡Escuchen a Mercedes Sosa y aprendan a cantar con el alma! Mercedes, querida, recuerdo me invitó a su casa una vez y me hizo preparar empanadas. Después la encontré en Roma. Habíamos hablado de hacer un dueto que no se hizo y lo lamento. Siempre cariñosa, maravillosa. Emitía demasiada luz.
Los archivos argentinos lo recuerdan por un tema que fue polémico en su momento, "Cara droga"...
Hubo mucha polémica, sí, muchos me escribieron porque les ayudó muchísimo. Yo la he escrito como una cancion autobiográfíca, pero no me drogaba. Nunca lo hice. Ojo, no soy mejor persona por eso. Tuve suerte de no drogarme. Pobrecito del que la necesitó. Pobrecita Amy (Winehouse). Se destruyó buscando el sol. por Mría Zucchi,  fuente: clarin.com.ar

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