jueves, 12 de noviembre de 2015

"Badía" y una radio desde el más allá A tres años de la muerte del conductor, se espera el regreso de su emisora online, Radio JAB, que él fundó en su casa con el sueño de seguir en el aire.

Es el que logró el milagro: una radio en donde escucharlo después de su muerte. Radio JAB: cueva doméstica que nació para atacar al cáncer con más furia que una quimioterapia. Un 25 de mayo de 2011 la inauguró entre pastelitos y fervor patrio. Después, nos invitó a entrar y nos pasó unos "disquitos de unos pibes principiantes", los Beatles. La emisora sobrevivió un tiempo y desapareció misteriosamente de la nube. ¿Dónde quedó la radio online que lo hacía sobrevivir? ¿Quién la bajó del ciberespacio? Juan Alberto Badía, matrícula de locutor 1996, sabía que iba a morirse del todo cuando esa radio con música programada por él ya no estuviera. Por eso, hoy a tres años de su muerte, su hermana Marisa da la gran noticia: planean resucitar el aire que era suyo.
El día que abrió el estudio de su casa por primera vez a la prensa, nos contó un secreto: que su oncólogo le había regalado una piedra. Una piedrita del grosor de su tumor a la que guardaba en la mesa de luz. El desafío era romperla un poco todos los días. Como no podía desintegrarla toda, aprendía la lección número uno: "La aceptación".
"El día que Paul McCartney cantó en River, la noticia de la enfermedad tenía un día", confesaba. "Ese día lloré como nunca, como si me estuviera despidiendo de todo. Los que me acompañaban no entendían la emoción, no era mi primera vez viendo a Paul". Entonces Juan se tiró en la cama, abatido también porque su River ya estaba en la B, y un minuto antes de quedarse atrapado ahí, empezó a diseñar "el ascenso", la arquitectura de un ambiente nuevo de su casa de Pilar. Envoltorio acústico, micrófonos, bandeja y consola "podían ser más poderosos que cualquier rayo X".
Dos años antes de su enfermedad, Juan nos había invitado a Jujuy. Documentamos su visita a lugares donde jamás había entrado la televisión. Caspalá, Santa Ana y los pueblitos junto al cielo. Por aquel entonces conducía "Estudio País", y entre cerros y mareos y pelotas que no doblaban, "más apunado que el Burrito Ortega", a 4.700 metros, soltó: "No hago ni dos puntos de rating, enfrente la tengo a Mirtha Legrand, pero lo que hago tiene sentido, porque es noble. ¿Aunque ya a pocos comunicadores les importa la nobleza, no?". Eso extraña hoy su oyente. No el éxito pasajero que pudo conseguir, por ejemplo, con su ciclo televisivo "Badía y Compañía", sino su voz, su manera sensata, la humildad, la sencillez, el valor de su nobleza.
A tres años de su partida, Badía dejó una familia en los medios: su hija Natalia, productora, su sobrina locutora Belén Badía (Del Plata), su hermana Marisa Badía (ex Directora de Programación de Telefe y Productora de Susana Giménez), su otra sobrina, Jazmín, productora también; incluso su hermano Carlos, vinculado a lo audiovisual. Y dejó una radio para que funcionara aún sin su presencia, cuyo dominio todavía flota fantasmagóricamente en la web. Será justicia relanzar el proyecto y saber que una radio puede ganarle a la muerte y transmitir desde el más allá. fuente: clarin.com  por 

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