sábado, 22 de agosto de 2015

REPERCUSIONES. Artistas celebran la inauguración de 18 nuevas salas del "Museo Nacional de Bellas Artes" Las 18 salas del primer y segundo piso del Museo Nacional de Bellas Artes, que fueron inauguradas este mediodía por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, presentan una cuidada selección de 320 obras -pinturas, esculturas, fotografía y grabado- que corresponden al arte argentino e internacional del siglo XX.

A esto se suma un espacio dedicado a Antonio Berni -con obras que se exponen por primera vez, adquiridas por el Estado Nacional o donadas por su hija Lily- y que dejan al descubierto una lectura del arte argentino del siglo XX, desde la política y los cambios de los lenguajes artísticos.

Marta Minujín, Sara Facio, Marcia Schvartz, Adriana Lestido, Diana Wechsler, Gyula Kosice, Daniel Santoro, Roberto Jacoby, Miguel Rep, Oscar Smoje y Sebastián Gordín fueron algunos de los artistas que estuvieron presentes en la inauguración, además de funcionarios, periodistas y personalidades de la cultura.

"Nací en este museo, ya de chiquita venía y dibujaba todas las obras. Es muy importante que se haya ampliado, porque tiene unas obras magnificas que no hay en otro lado de Latinoamérica, lo amo a este museo", sostuvo la artista plástica Marta Minujín.

Y señaló que "incluso debería ser mas grande, por eso es muy bueno que se amplíe. Como el Pabellón de Venecia, el Centro Cultural Kirchner, son todas cosas buenísimas que deberían quedar. Todos los gobiernos deberían hacer cosas como esta, porque la política pasa y el arte queda".

El flamante guión curatorial hace posible el diálogo con artistas diversos: en la sala "Los lenguajes modernos" (de 1920 a 1945) Marc Chagall dialoga con Raquel Forner y Alfredo Guttero; y en el espacio contiguo hacen lo propio Pablo Picasso, Paul Klee, Vassily Kandinsky, Juan del Prete y Joaquín Torres García.

De esta manera se pueden ver nuevas piezas del patrimonio, producto de adquisiciones y donaciones, mientras que la remodelación cumple con los estándares internacionales de museología -iluminación, sistema integral de seguridad y acondicionamiento térmico acorde-, y demandó una inversión superior a los 41 millones de pesos.

En ese sentido, Jacoby indicó que "este edificio no fue construido como museo, casi no hay edificios construidos como museos en la Argentina; esto era un tanque de agua. Quienes lo convierten en un museo son un grupo de artistas. Una cosa muy peculiar de la cultura argentina es que los artistas son los que impulsan los espacios culturales, son los artistas los que empujan al Estado".

"Eso fue siempre así, estas salas de arte contemporáneo estaban cerradas desde hace diez años por problemas de instalaciones, y por una decisión del Gobierno se empezaron a hacer todas la obras necesarias de acuerdo a los estándares internacionales de humedad, temperatura, y ahora lo tenemos de vuelta", sostuvo el artista.

Y apuntó que, además, "las obras están ubicadas de una manera que no se usaba antes, no se clasifica como arte argentino y arte internacional, que era lo típico, ahora todo está mezclado, justamente hay que ponerlos uno al lado del otro para que ver qué pasa, tiene un orden de sentido".

En una de las primeras salas, el norte pintoresco desde la mirada de Alfredo Gramajo Gutiérrez o los paisajes de Cesáreo Quirós y Martín Malharro se convierten en exponentes de "La representación de la naturaleza" y los tipos costumbristas como elemento central en la construcción de la identidad de la nación.

"Las vanguardias regionales", un singular espacio que reúne trabajos de aquellos rioplatenses que venían de Europa, conjuga pinturas de Alejandro Xul Solar, Emilio Pettoruti, Pablo Curatella Manes y de Pedro Figari, entre otros.

La impresionante escultura de Leonardo Bistolfi, adquirida en la fiesta del Centenario de 1910, marca un contrapunto con las obras de Berni, ubicadas justo enfrente, separadas por un hall, y se codean con retratos de Modigliani y esculturas de Auguste Rodin.

Según Rep, "siempre es bueno que se inauguren más huecos para el arte, es una fiesta, abrir cada vez más los lugares de la cultura; hay que seguir agujereando lugares para que sigan apareciendo obras de maestros que muchos de ellos no son conocidos".

"El arte tiene una patina de sectario, burgués, escondido, de que vas a los países y tenés que pagar entradas, acá no es así, al menos en los museos de la Nación. Así tiene que ser, porque los artistas laburan para su gente. Claro que siempre hay coleccionistas que van elevando las cotizaciones, pero a la larga Berni tiene que ser público", señaló.

De los 60 a los 80 hay obras de Víctor Grippo, Sara Facio, Juan Carlos Romero, Liliana Porter, León Ferrari, Roberto Jacoby, Nicolás García Uriburu y Alberto Heredia; mientras que la década del retorno a la democracia incluye piezas de Humberto Rivas, Marcos López, Diana Aisenberg, Alfredo Prior, Guillermo Kuitca, Rómulo Macció, Pablo Suárez y Liliana Maresca entre otros.

Edgardo Giménez como exponente del pop argentino, los colchones fluo de Marta Minujín, Delia Cancela, "Siete figuras" de Ricardo Garabito; otra sala dedicada al arte óptico y cinético (Martha Boto, Eduardo Mac Entyre, Carlos Silva, Gyula Kosice, Jesús Rafael Soto y Víctor Vasarely. Y los "concretos y abstractos", también se deslizan por este recorrido que requiere de más de una visita para disfrutarlo en su totalidad.

La Directora de Asuntos Culturales de Cancillería, Magdalena Faillace, dijo que "esto es una maravillosa coronación de la gestión de Cristina Kirchner. Ningún presidente anterior de la Argentina hizo la inversión en cultura, hacia dentro y en el exterior, que hizo la Presidenta".

"Como argentina y persona que vive para la cultura, me parece que nos estamos poniendo a la par de otros museos del mundo; con esto estamos consolidando otro motivo más de orgullo para todos los argentinos", sostuvo la funcionaria.

El segundo piso, dedicado al arte de la década del 90 -orientado a recuperar la idea de un museo activo con su tiempo- ofrece entre otras obras emblemáticas "Maresca se entrega todo destino"; "Victoria", de Graciela Sacco; "Yo tengo sida", la remera impresa de Roberto Jacoby y Kiwi Sainz; los "Chancho bola" de Nicola Costantino; y otros muchos trabajos.

En el guión curatorial de la planta baja, se agregarán más adelante dos salas que albergarán la colección de Arte Precolombino del Noroeste argentino.

La fachada del edificio de Libertador 1.473 recuperó su color original, elegido por Alejandro Bustillo, con la colaboración de especialistas del INTI y de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. fuente: telam.com.ar

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